lunes, 22 de junio de 2015

SI ME COSTARA LO QUE TE CUESTA A TI, NO LO HARÍA.

Estoy casi seguro de que cuando Sergio me hizo ese comentario mientras tomando un café esperábamos la salida de la Clásica Lagos de Covadonga de este año, no tenía ni idea de que posiblemente fuese el mayor halago que se me puede hacer.
La verdad es que en estas últimas semanas en las que he ido haciendo cosas cada vez más intensas y que me exigían más y más, he tenido que usar esa frase para motivarme o, casi mejor dicho, para no desmotivarme.
Y es que cuando me refiero a lo mucho que me cuesta a mí “esto”, no me estoy refiriendo a lo que me cuesta arañar horas al reloj para entrenar, no me estoy refiriendo a lo que me cuesta renunciar a esa “penúltima cerveza” o a ese gin tonic de regalo. Al final, creo que eso es solo fuerza de voluntad. Si tienes ganas, lo haces y ya está. Podemos encontrar un millón de excusas, pero al final “Si quies, pues”, y punto.
Lo que me cuesta es llegar a un punto muy cercano a mi límite y ver que ese límite es fácilmente rebasado por casi todos los que me rodean (y acompañan) en este reto permanente en el que ya he convertido mi vida.
Voy a la piscina y soy el más lento, salgo en bici y me tienen que esperar y ya corriendo, ni hablamos. Pero así y todo, me siento muy feliz y a gusto con lo que estoy logrando, soy consciente de todo el esfuerzo que hay detrás y realmente eso es lo que me llena y satisface.
Es muy importante asumir los retos desde las condiciones de cada uno y disfrutar con la comparativa que surge al mirarte al espejo, no mucho más allá.
Os pongo un ejemplo. El día 2 de Junio subí Cotobello. Piernas sueltas, pedaleo alegre y una media de 9,2Km/h en los 10Km de subida que me dejó con una sensación de alegría inmensa ¡¡estoy mejorando!!. El Sábado volví a subir Cotobello, esta vez con un grupo grande en el que no tardé en ser el más lento, en el que el grupo de cola ralentizaba su ritmo mientras yo hacía la goma una y otra vez. No puedo engañar a nadie, eso no me gusta y durante un periodo de tiempo (afortunadamente muy muy corto), me puse de mala leche y me dieron ganas de darme la vuelta con el ya famoso “¿qué leches hago yo aquí?” en la cabeza.
Acabé subiendo y disfrutando, a mi ritmo, ajustado a mis posibilidades. Hoy he mirado los datos y subí justo a 10Km/h. Es decir, aún siendo el más lento y jugando con todas mis fuerzas en la mesa, mientras mis compañeros de ruta iban relajados y charlando, había mejorado una auténtica barbaridad mi ritmo de subida. Aparte de esto, quedaba bajar y subir otros 5Km duros hasta el Mirador del Angliru que también hice “lento pero seguro”.
Mi reto es mi reto y mi desafío es mi desafío. Lo fundamental es asumir hasta dónde puede llegar cada uno y disfrutar de arañar lo que se pueda dentro de tus posibilidades.

Soy ingeniero y de hacer números, planificaciones, previsiones y este año para AlpedHuez es tan difícil hacer números que uno no sabe bien sobre donde moverse. Para el ironman, aunque fallé por la dureza de la carrera a pie, hice un guión que fui cumpliendo con precisión y que culminó con un rotundo éxito.
Para este año, necesito hacer lo mismo pero es muy complicado, por la falta de datos (no he tenido forma humana de ver el perfil de la carrera a pie), por el desconocimiento del terreno, por la falta de referencia en altitud…..
Así y todo, vamos a hacer juego (que esto mola!) y viendo tiempos de otros años, segmentos similares, sensaciones, etc…. voy a tratar de dibujar una previsión que me motive a seguir como hasta ahora, disfrutando del camino y soñando con su final.
Natación. 2.200m en un lago de gélidas aguas. Siendo razonables y teniendo en cuenta que algo reservón hay que nadar (lo siento Toni, esto será muy largo), pienso que un 3:45 el 200 estaría muy bien así que hablamos de unos 41 min nadando, vamos a poner que nos subimos a la bici con 45 minutos!.
Bici. Ja,ja….risa floja la que provocan los 3000m de desnivel positivo repartidos en tres buenos puertos, en los que hay que pensar en lo que queda después. La verdad es que me cuesta hacer los números y si los hago por tramos, la suma se me va a 6 horas y 40 minutos, que francamente a primera vista me parece demasiado (supone una media de poco más de 17Km/h). Por otro lado, viendo la clasificación del año pasado hay bastante gente en esos tiempos (incluso hasta registros de más de 7h y media) y hay que tener en cuenta que habrá paradas en avituallamientos, necesidades varias, etc…con lo que siendo solo un poco optimista, vamos a fijar “el objetivo” en 6,5h (Dios mío! 5 minutos más que para los 180Km del iron ¡¡!!).
Carrera. La gran incógnita!. Aparte de correr a 2000m tras la salvajada previa (que dicen que hace pupa), he leído desde que los 22Km tienen un desnivel positivo de 450m hasta que “solo” son 600 acumulados. Viendo las fotos y algunas crónicas, está claro que en esa carrera tocará caminar y mucho. Se puede soñar con las 2:30h pero igual vale más pensar en las 3….
Con lo que calculadora en mano, pim, pam, me sale la friolera total de 10:15h!!. Casi nada!.
Con la clasificación en la mano, el año pasado ese puesto te situaba entorno al puesto 800 de 900 finishers con lo que para mí sería un objetivo realmente bonito si además lo alcanzo disfrutando.
Lo cierto es que haga 800, 900 o el puesto que sea, importa poco. Lo importante es que lo que haga “me costará mucho”, me llevará cerca de mi límite y, si es posible, incluso situará ese límite un poquito más lejos.

Esa es la esencia, mejorar y mantener un equilibrio entre lo que logramos y el coste que pagamos por ello.
Llevar tu límite un poco más lejos cada vez, pero TU limite.

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