miércoles, 2 de marzo de 2016

AL FILO DE LO IMPOSIBLE

Tras escribir esta mañana el comentario de que estoy "falto de tiempo para escribir", he pasado todo el día pensando en que debía hacer el esfuerzo necesario para demostrarme que no me puede faltar tiempo.

Como muchos ya sabéis, me encuentro a las puertas de un reto profesional tan grande como ilusionante. En la empresa a la que muchas veces he dado públicamente las gracias por su trato hacia mí (aquí están las pruebas escritas de ello), han decido que soy la persona más adecuada para dar el relevo al actual gerente y, sin prisa pero sin pausa, en ese camino estoy metido.

Las implicaciones a nivel de dedicación, tiempo, tensión y descontrol (al menos inicial) son más que obvias y por eso el título de esta entrada.
Muchos han apuntado a la "imposibilidad" de compaginar la preparación de un ironman (con semanas de 15h de entreno) con un puesto de este nivel, sin olvidarme de que mi vida no son ni el triatlón ni, si me apuráis, mi trabajo.

Mi vida es mi familia, mis amigos, mis momentos de disfrute, mis soledades y mis fiestas...mi vida es desde hace años, una búsqueda permanente de la felicidad y, ante los cambios que intuía sobre donde encontrarla, os podéis imaginar la cantidad de cosas que me han pasado por la cabeza y como la sensación de tener que priorizar, me ha hecho pasar por situaciones complicadas.

A pesar de ser consciente de que me encuentro rozando el título de la entrada, he decidido seguir buscando la felicidad en aquello que me gusta. Y me gusta mi trabajo, me gusta hacer triatlón, me gusta mi familia, me gustan mis amigos, me gusta disfrutar, solo y acompañado, y sobre todo, me gusta sentir que soy yo el que dirijo mi vida y decido lo que quiero hacer con ella.

Cuando decidí hacer el ironman de 2014, la palabra imposible me rondó durante muchos meses, y la sensación de que cada día hacía "posible lo imposible" me hizo ser tremendamente feliz.
Ahora, con 43 años y una oportunidad profesional que podemos calificar de fabulosa, pienso que es aún más motivante el ser capaz de hacerlo, y hacerlo muy bien, sin dejar de lado nada de lo que constituye a día de hoy mi personalidad y mi yo.

Es solo una anécdota, pero el Jueves pasado salí del trabajo completamente agotado. A una semana intensa, le uníamos un duro entreno al mediodía y con eso, llegó la invitación de Nico para nuestro "jueves de birritas". Os aseguro que lo único que hizo que acudiera, fue la idea de no cambiar, de "no dejar de hacer". ¿Cansado?, por supuesto...pero tras un par de cervezas, una hamburguesa, un carajillo y, lo que es más importante, una buena charla con un gran amigo, la vida tenía otro color y la sensación de que puedo mantener lo que soy, me hizo feliz.

Por eso estoy ahora aquí, escribiendo esto y manteniendo con vida un blog que ya agonizaba.
Cierto que no encontré tiempo para contar mis mejoras en piscina, mis mejores marcas en Media Maratón y 10.000 (registros que me siguen dejando con la boca abierta), o los entrenos duros bajo la lluvia. Pero bueno, tiempo habrá (¡¡que si...que lo habrá!!) para seguir contando como trabajaremos para hacer un buen papel en Zarautz y por supuesto en el iron de Vitoria. Antes, de nuevo los 42 kilómetros de una maratón, buf.

En fin, que a los habituales retos deportivos, este año se une otro aún más importante y, el auténtico reto para mí, será lograr que todos lleguen a buen puerto. En eso estamos!!.

Me ayudáis con las tijeras???