domingo, 30 de noviembre de 2014

VEINTIUN MOTIVOS

Esta entrada se empezó a gestar el miércoles, cuando salí de trabajar a la una con la horrible sensación de que aún no estaba preparado para el entrenamiento con en el que Pedro me daba una "agradable sorpresa"...21 cuestas cortas (pares skiping, impares sprint) sobre unos 50 metros muy pendientes.
Ahí es nada, pensaba yo mientras iba a Las Segadas para cambiarme y tras calentar, atacar el entreno en la cuesta que desde la fábrica de Arias, sube a Tellego. Un pedazo de muro en el que de crío reivindicabas tu valor subiendo en bici sin bajarte o, lo que es peor....bajando sin frenar mucho.
En fin, como me temía, a pesar de medir mucho y tratar de no forzar, la primera cuesta se me clavó en el pecho como una daga, y la falta de forma se hizo tan evidente que me daban ganas de marchar pa casa y aceptar no una derrota...sino la realidad de que no podía con ello.
Mientras bajaba...empecé a pensar que lo de AlpedHuez es una salvajada y que solo haciendo "salvajadas" podría llegar con opciones....así que con esa idea en la cabeza, empecé a pensar en motivos que me ayudaran, no solo a hacer las cuestas, sino a seguir con el objetivo indudablemente en la cabeza. El resultado más o menos sería éste.

1.- Veintiún curvas son las que componen la subida a AlpedHuez, cada una dedicada a un gran campeón del ciclismo que ha inscrito su nombre como vencedor en la etapa que allí termina del Tour. Sin duda merecerá la pena verse allí, y para ello hay que entrenar mucho.

2.- Es un reto "casi imposible". Ni soy escalador, ni siquiera se me da bien "correr parriba", así que vamos a tener que evolucionar y sufrir mucho para conseguirlo,

3.- Es una forma de superar o al menos convivir mejor con la lesión. Este año he decidido no mencionarla mucho, pero ahí sigue y duele. El hecho de que solo manteniendo un buen nivel físico puedo mantenerla a raya, es sin duda la mejor de las motivaciones.

4.- Es mi desafío y lo he admitido. El otro día en una jornada oí una frase que me encantó. Decía algo así como "Planificar no es pensar en las decisiones futuras, sino trabajar para que las decisiones presentes lleguen a buen fin". Mi decisión ya está tomada y vivo en gran parte de planificar, así que blanco y en botella.

5.- Porque me motiva a cambiar y a evolucionar. Nunca pensé que me metería en un equipo o grupo de natación, y ahí estoy como un novato más, disfrutando de la sensación de mejora que te proporciona hacer cosas diferentes.

6.- Intento enseñar a mis hijos que en la vida las cosas se consiguen solo con esfuerzo y trabajo (no les oculto nunca el factor suerte), por tanto ¿qué mejor ejemplo que hacerles partícipes de un sueño que cueste tanto conseguir?. No solo ya que vean el triunfo y el éxito, sino también que vean que hay días malos, que hay días en los que uno se dobla y cae, pero que siempre hay que levantarse.

7.- Amigos con los que compartirlo. En este aspecto también valdría un reto "menor", pero es cierto que solo cuando llegas al límite, sabes quien cruza ese límite solo para hacerte volver.

8.- Nuevas alternativas, nuevos amigos. Al igual que en la piscina, el empezar a correr con Kona es algo que me aporta mucho. El hecho de que la carrera de AlpedHuez sea casi un trail, hace que esos entrenos con Kona, más irregulares y con peor terreno que una carrera continua normal, sean más favorables y eso me gusta.

9.- El seguir usando todo el componente de superación en mi vida. En mi trabajo, todo mi equipo vive en mayor o menor medida mis retos. Pienso que en el fondo valoran ese espíritu de lucha y en cierto modo he transmitido al equipo mi competitividad y eso nos hace ser mejores cada día.

10.- Porque cada mañana te levantas y respiras. ¿Sencillo no?, pues simplemente ya que respiramos pienso que merece la pena celebrarlo superándonos.

11.- Aquí, al igual que en las cuestas se hace difícil. Esta es la cuesta clave en la que ya has hecho más de lo que te queda, así que aprieta y sufre!!.

12.- Gracias al entreno veo más a mis padres. Puede ser una chorrada, pero gracias a que algunos entrenamientos los tengo que meter al mediodía y ya que tengo la suerte de tenerlos ahí a un paso y que sin duda es la mejor opción para esos mediodías, vamos a disfrutar el placer de darles un beso a mis padres.

13.- Antes hablaba de la planificación. La verdad es que es un poco masoquista, pero disfruto mucho tratando de pensar como me arreglaré para meter puertos, o simplemente como combinaré viajes y eventos para poder cuadrar toda la preparación que me queda.

14.- También mencioné a los amigos y en una entrada anterior, hablaba de los "jueves de birritas". Ya empieza a costar y el último jueves tras tres plenos hubo que abortar, pero no pierdo la ilusión por algo que realmente me ayuda y que ya desde el lunes se fija como un objetivo más.

15.- Duelen las piernas en esta cuesta, pero uno ya ve que si, que hoy lo hacemos y os aseguro que la sonrisilla empieza a aparecer en el gesto desencajado con el que llegas arriba.

16.- En el caso de este reto, y aún ya con 42 años...madurez!. Me da más que pereza organizar viajes y me pongo más que ansioso cuando tengo que viajar. En este caso y a falta de todo un mundo ya me estoy preparando para gestionar las que serán las vacaciones familiares y que trataré de vivir, al igual que con el ironman, disfrutando de cada segundo.

17.- Cuando supero un entrenamiento difícil, me siento bien, y ese sentimiento lo transmito a los demás. Antes hablaba de mis padres y reconozco que en ocasiones cuando a la una salgo del trabajo con historias del mismo y llego a cambiarme, no les hago caso. En ocasiones estoy cansado y de mala leche, me cambio sin apenas contestarles a sus preguntas (ya sabéis como va esto...). Sin embargo, después del entreno y la ducha el estado de ánimo cambia sin lugar a dudas y uno se siente "mejor persona".

18.- Lo mismo se puede aplicar a la familia, amigos, compañeros etc...Las famosas endorfinas existen y os aseguro que cuando uno se enfrenta a semanas con entre 10 y 15 horas de entrenos, tiene endorfinas para dar y regalar.

19.- Nos quedan tres Franín!!!, la sonrisa ya es evidente pero el dolor de los gemelos también. Es momento de echarle pelotas y demostrar que una vez más...vas a ganar.

20.- Solo aquello que es realmente complicado, nos da la sensación de triunfo. Da igual cual sea el desafío, pero como leí una vez "Si cuando te planteas un reto, no dudas de tus opciones de llevarlo a cabo...es que no es un reto". Pues vaya si estas cuestas eran un reto!!.

21.- Ultimo sprint, lo tengo, lo he hecho, la sensación aquí ya es difícil de transmitir pero espero haberlo logrado en las 20 anteriores. Lo que no olvido es que sin la primera de ellas, la 21 no hubiese sido posible.

Pues aquí me tenéis, 21 cuestas después, con la respiración desbocada, las piernas doloridas y una sensación de que me puedo comer el mundo. Sin duda el mundo es demasiado grande y demasiado duro como para que yo me lo coma, pero le he dado un buen bocao y ese me lo llevo para mí.

No pretendía hacer una entrada de "gurú" ni mucho menos, pero si creo que de aquí en adelante esta entrada va a ser una de las que más relea sin duda. Hará falta y mucha, buscar motivos por lo que seguir persiguiendo sueños...y no solo el de AlpedHuez.

Hay que hacer justicia tanto al autor, como a la frase exacta....que yo "traduje" a mi gusto....



miércoles, 19 de noviembre de 2014

ENCENDIENDO LA CALDERA


Semanas ya en las que se combina una parte de relajada pretemporada, con otra en la que voy visualizando el objetivo y motivándome para él.

A la primera parte la ayudó mucho el “Sexto Encuentro de Machotes”, una fiesta especial en la que año tras año junto a un grupo de buenos amigos, para disfrutar de una velada intensa en el espectacular marco de mi cabana. Este año me ha costado un poco más prepararla, posiblemente aún presa de la “depresión post iron” que hace que cueste un poquito más ponerse en marcha, pero que como ya decía en mi última entrada, considero superada.
Sexto Encuentro de Machotes. Batería cargada al 100%.
Aún con ese lastre, me esforcé como cada año en sorprender a los asistentes y creo que lo logré. Al detallín que cada año les regalo como agradecimiento por su presencia (este año ningún machote se quedará sin energía!), le unimos el inefable txakolí que aportan mis amigos vascos, una fabulosa carne directamente traída por Pazos de Argentina y unos fideos con marisco, que consagraron a Bau como el “Master Chef Cabanil”.
En resumen, los once amigos que me acompañaron me hicieron pronto olvidar los disgustos de algunas ausencias y las decepciones de otras, y disfrutar no como nunca…sino como siempre, de una velada que en 2015 costará superar.
En esta relajada pretemporada, podemos poner también los “jueves de cervezas”. Con la complicidad de Su y Nico estamos casi imponiendo la rutina de quedar los jueves de tarde para entrenar y hacer un tercer tiempo tomando un par de cervezas y picando algo, mientras arreglamos el mundo. La verdad es que es algo que me sienta de maravilla y que espero poder mantener al menos hasta que tengamos que poner la “cosa seria” (aún en ese momento….tal vez reduciendo el número de cervezas y evitando el carajillo, se podría lograr, ja,ja,ja)

En cuanto a la segunda parte, la de visualización del objetivo y mentalización, va según lo previsto.
Una charla con el míster, el grupo de entreno máster de piscina con sus agónicas tomas de tiempos, varias sesiones de rodillo completadas, alguna sesión buena de carrera y un constante trabajo abdominal para tratar de mantener la hernia a raya, hacen que me sienta ya en plena acción y, aunque la báscula me dice que estoy algo peor que el año pasado, se que hay tiempo y que hay que ser paciente.
Con Pedro dejamos claro que de nuevo el reto es a muy largo plazo y que debemos ser pacientes. Es momento de ir poniéndonos sobre los raíles pero sin meter mucha leña a la caldera. Dosificar y sobre todo, disfrutar de los entrenos. En esta parte, es un lujo la suerte que he tenido con Kona, ya que es una perra que sin demasiado aprendizaje, resulta una compañera ideal para las tiradas a ritmo y el Domingo completé, junto a ella y Bau, un buen entreno de 55 minutos a una media de 5:33. 
Estoy seguro de que acabaremos probando el canicross en competición, aunque tendré que renunciar a la gran oportunidad que tenía el 4 de Enero en el Campeonato de Asturias (que estará abierto a no federados), ya que estaremos de vuelta del viaje de esquí. No importa! habrá más oportunidades.
En el rodillo voy haciendo sesiones de baja y media intensidad entre los 45 y los 60 minutos. El BKool resulta entretenido y, aunque es duro por lo monótono y sobre todo porque estás en tu casa donde el sofá te llama a gritos, soy consciente de que son entrenamientos realmente efectivos, tanto en el plano aeróbico como en el trabajo específico que más adelante haremos sobre la bici para reconvertirme a escalador.
No queda nada que entrenar chavales!!!!
En cuanto a la piscina, estoy muy sorprendido con las tomas de tiempo preliminares que hemos hecho. Cierto es que yo nadaba en Nava sobre piscina de 20m y ésta es de 25. Pero por ejemplo, recordaba mi mejor 200 sobre 3:23 y aquí he marcado 3:08. El 400 lo dejé en 7:08 (con despiste contando largos incluido) y eso me motiva mucho para seguir entrenando convencido que aquí tengo aún mucho margen de mejora. Extrapolando…una pequeña ganancia de 3 o 4 minutos en los 2,2Km de AlpedHuez implicaría más margen para afrontar la carrera. ¿Lo véis?, mi mentalidad ha cambiado mucho y quiero competir, conociendo mis posibilidades, pero competir!.

Por último, ya he contactado con la organización de AlpedHuez y sigo leyendo crónicas y estudiando los circuitos. Falta mucho y hay tiempo, pero soy de los que necesito estar permanentemente ilusionado y esto me ayuda. Casi todos mis amigos saben ya que el agua nunca pasa de los 15º, que la bici acumula 3000m de desnivel positivo o que en la carrera hay una subida de 1Km al 8% en cada vuelta.

No os queda nada!, para cuando llegue allí sabréis hasta el color del vallado de la carretera o el de las bollas del agua (blancas por cierto ja,ja,ja), estoy seguro que conocer todos esos detalles hará que cuando cruce la meta os sintáis tan eufóricos como yo de haberlo logrado.



martes, 11 de noviembre de 2014

ENCHUFADO!

Hace ya días que tengo ganas de escribir esta entrada, no solo por seguir manteniendo con cierta vida este blog, sino también porque realmente va habiendo cambios que quiero reflejar y que me queden aquí escritos para no dudar de ellos en el futuro.
El tritraje de 2015. Otro motivo de ilusión
Los cambios se refieren a mi estado de ánimo frente al inicio de la nueva temporada y a las sensaciones, sobre todo anímicas, que voy teniendo.
Ya después de la carrera por Lillo con los peques, empecé a visualizar algo de luz en  este nuevo camino que durante algún tiempo veía excesivamente sombrío. Según pasaron los días, me esforcé en “poner en verde” las celdas del Excell que componen mi plan de entreno. A pesar de que se que este viaje será un poco más largo que el anterior (el iron fue a mediados de Junio y AlpedHuez será a finales de Julio), no quería seguir remoloneando y aún sabiendo que hay que ser paciente y prudente en el arranque, necesitaba ponerme en modo ON.
Una buena semana en la que empecé a sumar metros en la piscina, fui duro sobre el rodillo aguantando bien sesiones de 40/45 minutos e hice la carrera según lo previsto, fue el detonante para que ya me sienta “enchufado” y con ganas de más.
Por si esto fuera poco, la semana pasada empecé con un grupo máster de natación al que me incorporé gracias a Jose Morillo. La verdad es que cuando dije que si, pensaba que me estaba apuntando a un “cursillo para mayores” y solo pretendía obligarme a nadar un par de días por semana. Soy consciente que en la preparación del iron, la natación ocupó un tercer puesto muy alejado de bici y carrera. Estaba convencido de haber llegado a mi tope preparando Ondarroa en 2013 y con ese nivel me daba por contento, así que la natación se convirtió en la parte mas suave de los entrenamientos y casi en una recuperación activa.
Para mi sorpresa, y reconozco que alegría, el grupo es un auténtico grupo de entreno, en mi opinión muy bien dirigido y, creo que, sobre todo adaptado a una mejora no solo técnica sino también física. Independientemente de que logre mejorar mis tiempos (cosa de la que ahora mismo no dudo), el hecho de tener dos días a la semana de entrenamiento en agua, más alguno más que tal vez arañe por mi cuenta una vez con la temporada más avanzada, me parece un elemento básico para seguir mejorando.
La disposición del entrenador (omito la palabra monitor) a integrarse en mi plan global es absoluta y muy de agradecer y estoy seguro de que sabremos sacarle el mejor partido posible.
En este marco de incremento de la motivación y de ganas de trabajar, teníamos la Behobia-San Sebastián este domingo pasado. Es una carrera que tiene a Leti completamente enganchada y en la que estaba comprometido para ayudarla como liebre a mejorar su marca del año anterior y tratar de poner el crono en 1:45.
Este año el recorrido cambiaba (viendo el perfil resultante de uno y otro año…se endureció ligeramente) con lo que la referencia perdía un poco de valor. En cualquier caso, el objetivo ahí estaba y había que tomarlo en serio.
Hidratando en el previo de la Behobia.
He de decir que dudaba bastante de si tendría la preparación suficiente para correr 20Km a un ritmo que, aunque en principio debía ser cómodo para mí, tampoco puede considerarse como de paseo.
Desde el triatlón de Logroño de principios de Septiembre, prácticamente no había entrenado nada y, a pesar del que mi peso estaba exactamente en el mismo punto que el año pasado, no me sentía excesivamente fuerte con lo que tuve que tirar de fuerza mental para ir lo más confiado posible.
Por si esto fuese poco, la increíble hospitalidad de mis amigos de Zarautz unido a que aún es tiempo para “excesos” hizo que el Sábado tal vez me hidratara un pelín de más lo que, unido a una noche de mucho calor en la que dormí más bien poco, hizo que llegara a Behobia con pinta de todo…..menos de atleta.
Así y todo, de nuevo toca mentalizarse para no fallar. Por un lado, sería un arranque de temporada malo y, por otro, si el fallo viene por haberme pasado el día anterior….no sería fácil de digerir.
Con todo esto paso todo el tiempo hasta la salida tratando de “encontrarme” y sobre todo mentalizarme para cumplir lo prometido a Leti…¡¡no puedo fallar!!.
Dan la salida puntualmente como siempre (alucinante como controlan eso) y desde los primeros kilómetros veo que hay fondo y que no voy a pasarlo mal. Según pasan los kilómetros me encuentro mejor y voy marcando a Leti con la precisión de un reloj suizo. Tan solo con ligeros retrasos en las dos subidas importantes que tiene la carrera, llegamos a los tres últimos kilómetros en los que habría que forzar para meter el crono en la cifra esperada. El primero de esos tres si que cae en los 4:50, pero los dos últimos se atragantan un poco.
Resultado 10 para un finde 10.
Dando todo lo que tenía (que pienso que es lo más que se le puede pedir a alguien) Leti cruza la meta parando el reloj en 1:45:52 con lo que el objetivo está superado.
Al poco de cruzar la meta, nos encontramos con Susana (que ha sido compañera en todo este viaje) y rematamos un fin de semana perfecto con una recuperación a base de hidratos, proteínas y lípidos perfectamente equilibrada.
En definitiva, pienso que aún quedando todo lo que nos queda (que es muuuuchooooo) me encuentro en un momento bueno, confiado en poder sacar adelante el reto, mentalizado para trabajarlo, animado para seguir mejorando y sobre todo, convencido de que no se puede vivir de rentas y aquí cada día hay que ganárselo.
Por esto último, hago mía la frase de un spot de Audi titulado “Novatos” y que me parece de lo más acertado ya no solo para aplicarlo al deporte, sino para en general todo lo que compone nuestra vida.

“”SOLO HAY UNA MANERA DE LLEGAR MAS LEJOS, CREER QUE SIEMPRE ACABAS DE EMPEZAR”




martes, 28 de octubre de 2014

LECCIONES

Cuando por casualidad leí en el facebook un comentario de Nico de Las Heras acerca de que había inscrito a sus hijas a un trail en Puebla de Lillo, no se me ocurrió otra cosa que lanzarme y preguntarle la edad de sus hijas. No conocía a Nico prácticamente de nada, y mucho menos a su familia. Al comentarme que las edades de sus hijas podían cuadrar con las de David y Sara, me tiré a la piscina y allí que montamos un plan para acudir como “equipín”.
Familia, deporte, amistad.....
Hay veces en que necesitamos un punto de iniciativa y de no pensar demasiado, para que la vida nos regale experiencias únicas y sin duda enriquecedoras. De completos desconocidos, pasamos a compartir y disfrutar una velada el viernes en la que ya vimos que son muchas las cosas que nuestras familias tienen en común, y sobre todo a vivir una jornada el sábado en el que los peques nos enseñaron como debería disfrutarse el deporte con mayúsculas.
Vale que yo siempre promulgue la idea de disfrutar de las competiciones sin falta de medir tu resultado por una clasificación, pero tal vez en el fondo lo hago porque se que nunca podré estar en lo alto de esa clasificación. Está claro que lo tengo asumido, interiorizado y que sinceramente disfruto con lo que hago sin importarme si gano a uno o a diez. Es más que posible que por eso esté disfrutando tanto con un deporte en el que la superación de uno mismo es la clave, en la que el mero hecho de ir cumpliendo retos provoca una satisfacción tal, que te hace olvidarte de clasificaciones o premios.
Así y todo, la lección de compañerismo, de disfrute, de equipo, de apoyo, de unión…y se me acaban las palabras, que nuestros peques nos dieron el sábado en el I Debra Trail, fue sencillamente para enmarcar y para, sin duda, guardar en nuestra memoria para esos momentos en los que no alcanzar un objetivo nos frustra impidiéndonos disfrutar de lo que estemos haciendo.
Pero vayamos a los detalles del fin de semana que merecen su espacio.
Salimos tarde para Lillo y ya de noche llegamos al polideportivo a recoger los dorsales. Momento para las presentaciones y los saludos. Los dorsales son solo para los niños, que en una original modalidad, correrán la nada despreciable distancia de 9Km (al final a mi me saldrían 9,7) y los adultos iremos de acompañantes.
De inicio pensamos en tratar de llevarlos juntos y calculamos que tardarán unas dos horas y media, es decir, lo que más repetíamos es “será como ir un día de monte”…..nada más lejos de la realidad como luego os contaré.
Del pabellón al hostal que Nico se encargó de gestionar y como tiros a la cena. Rica y abundante cena en la que tengo que desempolvar mis conocimientos de física y mecánica para ayudar con los deberes de la mayor del clan De Las Heras Iglesias. Tengo que reconocer que no dormiré tranquilo hasta saber si “hemos aprobado” je,je,je.
Tras un merecido chupito y una sobremesa de esas que no quieres que acaben nunca, a descansar.
David a lo suyo, disfrutando la carrera.

Por la mañana un caótico pero buen desayuno nos coloca ya en la salida. Los nervios de los peques son importantes, pero es que ya sabemos que colocarse un dorsal impone y más si estás entre los 8 y los 13 años.

Una vez que dan la salida, ya vemos que aquello de “un día de monte” no va a ser posible y los peques salen como balas. A pesar de que pensamos que no aguantarán, se empeñan en dejarnos mal y debemos ser nosotros quienes paremos a los más lanzados para tratar de seguir en grupo. Al llegar al primer avituallamiento, intentamos reagrupar un poco, pero ya dejamos a las mamis detrás con Cova y seguimos Nico y yo con los otros cuatro.


David anda como un tiro, y al entrar en un precioso fayeo se nos escapa un poco. Por dos veces lo paro para intentar ir juntos, pero después de hablarlo con Nico, decidimos que yo me vaya con él, y Nico se queda con las tres niñas.
Os juro que alcanzar al enano no fue tarea sencilla, ya que aunque lo tenía a tiro cada vez que me acercaba, él trotaba un poco en sitios en los que la pendiente a mi me decía que si trotaba ahí….podía quedar aún peor!.
Al final lo alcancé y juntos terminamos la subida, charlando y compartiendo jadeos, fue un momento de lo más bonito.
Bajamos con calma y al rato oímos a Sara que por detrás nos llamaba. Venía con Rocio y le dije a David que frenara para que nos alcanzaran, cosa que pasó justo antes del último avituallamiento. De ahí a meta, un fenomenal ritmo que marcaba David y que yo iba controlando para que la fatiga no pasara factura a ninguna de las dos chicas, ya que el enano tenía cuerda para mucho.
Esto se comenta solo no?.
La entrada en meta, apoteósica, ya a falta de 500m me preguntaban ¿nos cogemos de la mano ya?.. aún no….¿ahora?...es pronto ¿AHORA?.. tranquilos!!!!!  JOOO…¿AHOOORAAA??.... venga vah! ahora!!!!. Así entraron los tres de la mano, sintiéndose protagonistas y como dije, dándonos una lección de cómo deberíamos ver el deporte.
Al poco una excepcional Cayetana (la otra benjamina del grupo) llegaba de la mano de su padre y algo más tarde Covadonga y las mamis remataban un carrerón en el que disfrutamos de principio a fin.
Comida de grupo y vuelta a casa con la sensación de haber cargado de cosas buenas esa mochila que todos llevamos y que vamos llenando con las cosas que nos ocurren.

Al día siguiente, más deporte y más “éxitos”…..esta vez fue Leti la que con un tercer puesto en su categoría, con un muy buen tiempo, en el 10.000 de Luanco demuestra que está afinando de cara a la Behobia y que sin duda me va a hacer sudar tinta para poder cumplir como liebre y lograr hacer una buena carrera.
Probando con éxito nuevas cosas.

Como remate del finde, debuté en una carrera junto a Kona. Aunque no era un canicross en si, ya que ni la normativa era la del canicross ni sobre todo la distancia, corrimos juntos la Carrera con Perro del Asturcón y, a pesar de mi salida muy retrasada por el miedo al mogollón que se forma adelante, corrimos fenomenal y remontamos un montón de puestos. Al final casi un kilómetro y medio a un ritmo de 4:19 me dejan una enorme satisfacción, no solo por haber corrido muy a gusto y sin forzar mucho, sino por la sensación de hacer equipo con Kona y ver que disfruta corriendo.


En definitiva, un gran fin de semana que me ha dejado las baterías a tope, y sobre todo el ánimo arriba y muchas, muchísimas ganas de agarrarme al plan de entreno y seguir progresando hacia el objetivo perseguido.




viernes, 24 de octubre de 2014

ARRANQUE EN FRIO



Este arranque de pretemporada está siendo difícil, ¿para que negarlo?. Ya se ha acabado el tiempo de anarquía y ahí está la hojita de Excell presionando con sus diabólicas combinaciones de carrera continua, rodillo, piscina, gimnasio etc…etc. Es tiempo ahora de ver como cuadrarlo, de tratar que según pasen los días las celdas verdes sean mayoría sobre las rojas y que, en el peor de los casos, éstas sean amarillas lo que implica que he podido hacer algún ajuste para no fallar a mi compromiso.
Ahí está la clave, en la palabra COMPROMISO. Hago esto porque me gusta, que duda cabe a estas alturas, pero también tengo claro que debo imponerme una disciplina seria que solo consigo si considero esto como una obligación o, como mínimo, como un compromiso al que solo puedo fallar en ocasiones muy justificadas.
Momentos de relax para coger impulso.
Esto ha hecho que me encontrara a las seis de la mañana haciendo abdominales y gimnasia en la habitación de un hotel de Munich, o que en una habitación similar de un hotel de Barcelona repitiera la tabla, arrancando algunos minutos de los pocos que teníamos para descansar.
En la última visita al fisio, recibí con alegría la noticia de que estoy “menos bloqueado”, es posible que sea debido a la lógica bajada de intensidad de los últimos meses, pero también al buen trabajo de fortalecimiento que, siguiendo sus indicaciones, estoy haciendo, o al control postural estricto al que me someto (o lo intento). Deberíais verme ahora, tieso como un palo, pies separados, rodillas a 90º, codos en igual ángulo y realizando un trabajo hipopresivo con los abdominales metiendo y “levantando” el ombligo.
Una frase que me dijo el fisio me hizo gracia, porque coincide plenamente con la conclusión que tras el primer año de trabajo juntos, sacó Pedro de mí…..””joer Franin, a ti es mandarte algo…y chico! Por el libro!!”.
Posiblemente sea mi mayor ventaja en este mundillo para el que no me canso de repetir que no tengo ninguna cualidad innata que me beneficie. Eso si, a cabezón no me gana nadie y a disciplinado tampoco.
Mi mayor motivación ahora mismo es que un buen trabajo abdominal conseguirá mantener en el punto actual el dolor de la hernia y que, incluso, puede mejorarlo algo (eso ya sería para nota), con lo que día tras día me esfuerzo en repetir la tabla, en trabajar isométricos, en vigilar mi postura y sobre todo, en no cometer excesos que puedan dañarla aún más.
Mientras tanto, y con el objetivo de no fallarle a Leti en la Behobia, sigo entrenando lo que puedo y empiezo a visualizar los próximos objetivos tratando de encontrar una ilusión que realmente se muestra esquiva en los últimos tiempos.
Buena representación de los Trimineitors.
Cierto es que hay fondo, y mucho. Si ir más lejos el pasado fin de semana nadé la Travesía de Poniente. 2500m a los que no me apetecía nada enfrentarme y que se me antojaban demasiado largos para la nula preparación que llevaba. La estrategia era fácil, acompañar a Bau o, como en la arena pensaba “tratar de aguantarle”.
Al final pudimos nadarla juntos todo el tiempo, el puesto o el tiempo hecho es lo de menos, lo importante es que la disfrutamos (creo que él más que yo incluso) y que luego pudimos disfrutar de una más que agradable reunión/comida con gran parte de los miembros de los Trimineitors, un proyecto que sin duda me está sacando alguna cana más, pero que sigo pensando que merece la pena.
Este fin de semana nos iremos con los peques al Trail Debra en Puebla de Lillo, un evento original y que intentaremos compartir con nuevos amigos. Más actividad, más movimiento, más VIDA.

No atravieso mi mejor momento, y lo peor es cuando no sabes realmente por qué…pero si veo que pronto llegará, que en breve la maquinaria volverá a funcionar y que el Fran animado, activo, dinámico y motivador volverá a estar dando la brasa hasta que tengáis que decirle….”tío! déjanos en paz”.



sábado, 18 de octubre de 2014

REFLEXIONES PROFUNDAS

Tras dos semanas con el plan ya oficial en marcha, me decido a tratar de darle continuidad a este blog. No ya tanto por ganas de compartir a mayor o menor nivel mis experiencias y sensaciones, sino porque realmente cada vez que repaso todas las entradas de la preparación para el ironman, y sobre todo la crónica final, me siento muy orgulloso de lo logrado y, de algún modo, me sirve de motivación para seguir haciendo cosas que merezcan ser contadas.
No deja de ser cierto también que últimamente he conocido a gente a la que mi experiencia le parece realmente interesante y que me "agradecen" el ponerla de este modo a su disposición. Reconozco que el hecho de pensar que lo que yo cuento aquí, le pueda servir a alguien como punto de inflexión o como una referencia para motivarse y perseguir sus sueños, me llena de un orgullo difícil de expresar.
Por otro lado, en las últimas semanas me he hastiado de las redes sociales y del exceso de "comunicación" (por llamarlo de alguna forma) que de forma gratuita se vierte en ellas. Yo era un seguidor fiel del facebook, me parecía una manera ya no solo de comunicarme con gente con la que tengo poco, o ningun, roce y sobre todo era una forma intrascendente de sacarme una sonrisa, y de tratar de aportar yo alguna.
De un tiempo a esta parte, el facebook se ha convertido en un vertedero de frustraciones, de protestas muchas veces sin ninguna base, de insultos, de amenazas, de auténticas exhibiciones de cinismo. En definitiva, para leer algo que me saque esa sonrisa debo pasar antes por infinidad de cosas que directamente me la borran.
Cierto es que el facebook es libre y que cada uno puede escoger que ver y que no ver....y que si yo no quiero ver salvadores de perros (que seguramente han apedreado alguna vez a alguno), o no quiero ver a defensores a muerte de espeleólogos que, seguidos por centenares, no solo exigen a un gobierno algo a lo que no tienen derecho, sino que mientras lo hacen manifiestan abiertamente que en cuanto puedan volverán a cagarla, seguramente para volver a exigir lo inexigible, o a políticos corruptos, sindicalistas con manos largas, complots organizados para acabar con el mundo, etc, etc, etc....no tengo más que salirme de esa herramienta y aislarme de ese virtual mundo.
He estado dándole muchas vueltas a eso y creo que podría hacerlo y escribir este blog sin necesidad de airearlo en facebook. Al final, a quien le hace gracia (y pienso que según pasen los años más) ver lo que voy escribiendo es a mi ¿no?, pues entonces escribiré para mi y para los que de algún modo se interesen por saber cómo me va.
Al final, no dependo de patrocinadores, ni tengo que justificar ante nadie un número de visitas, con lo que soy libre de manejar esto como quiera, y pienso que esto es lo que quiero. Los apoyos de la gente que realmente me quiere no me van a faltar (fíjate!!! creo que esos incluso aunque no escriba un blog!!! :-) ), así que mantendré el blog por el placer que me da el escribirlo, por la emoción que me proporciona el leer mi reciente pasado, por las sensaciones que me aporta y simplemente porque me apetece.
Sin duda, aunque en esta entrada se me ha ido la mano, el eje del blog serán mis avatares deportivos, en este caso en la preparación para AlpedHuez, y solo de vez en cuando dejaré que "la bestia asocial" que llevo dentro se despache agusto.
Demasiada presión no es buena para nada, y yo no se hacer las cosas sin presión. Lo hago en mis proyectos, en mis relaciones, en mis amistades...a todo necesito exigirle y exigirle, y en las últimas semanas me he dado cuenta de que solo estando al 100% se puede vivir eso de una manera satisfactoria.
No será desde luego este blog un motivo más de presión en mi ya saturada vida, así que desde hoy será una válvula de escape más para precisamente, poder vivir mejor...que para eso creo que me han puesto aquí no?.

jueves, 2 de octubre de 2014

L5-S1!!!.....TOCADO PERO NO HUNDIDO!!!

LEED LA ENTRADA HASTA EL FINAL. ESTA ESCRITA "EN DOS TIEMPOS".

Difícil...muy difícil escribir esta entrada. Y es difícil porque a pesar de todos mis esfuerzos por hacerlo, no he logrado encontrar el punto de positivismo y motivación que casi siempre empapa lo que escribo.
Escribo en caliente, con los resultados de la RM aún frescos en mi retina y los comentarios de mi médico en mis oídos.
Cierto es que lo escribo también con la retina llena de los mensajes de algunos buenos amigos y los oídos llenos con las palabras de ánimo de otros cuantos.
Como bien reza el título ni el fisio ni el médico erraron en su diagnóstico "a ciegas". Importante hernia en L5-S1 (esto es parte baja de la espalda) y alguna cosilla más achacable a los años de rodaje de este carro (omito intencionadamente la palabra coche).
Pues sin olvidar que "con el pan no se juega"....ahí estamos
Lo malo de esto es que, como temíamos está afectando a los nervios y eso es lo que provoca el dolor.
Lo malo de esto es que ese dolor no cederá porque eso no va a ir a menos.
Lo malo de esto es que este último año ha sido de dolor continuo, muchas veces superado solo pensando "pasará".
Lo malo de esto es que "no pasará".
Tocará pensar en positivo no?...pues no soy capaz. Sin entrenar como un burro no podría ni hacer un tri sprint con dignidad. No tengo base genética para que esto se me de bien y solo a base de mucho trabajo y sacrificio conseguimos ir sacando retos adelante.
Llegan las horas de sacrificio y no veo la motivación que me obligue a hacerlo... (aquí el Martes dejé de escribir porque notaba que lejos de venirme arriba, cada palabra era una palada más de tierra del agujero en el que me había metido).

Hoy ya es Jueves y han pasado algunas cosas. 
Ha pasado que ayer me puse los playeros con la intención de "dejarme ir" en una carrerita de unos 45min. Al poco de salir, mi cabeza hizo chispazo y los 5:30 con los que creía que me iría contento fueron rebajándose de manera motivante, hasta el punto de que el resultado final fueron 8,26Km a 5:05 y con un último kilómetro a 4:43. Esto objetivamente no quiere decir gran cosa, ya que estoy muy fuera de peso, muy desentrenado y sin duda mi ritmo cardíaco no fue el más adecuado para este momento de la temporada, pero mientras estiraba en casa de mis padres me di cuenta de que con esto soy feliz, precisamente haciendo escaso caso a la lógica.
Ha pasado que he visto a mi fisio y que, a pesar de que su expresión "esto es una hernia de su PM!", no dejaba mucho hueco a la esperanza, también me ha confirmado que nada ha cambiado, si he sido capaz de hacer un ironman (la de veces que voy a tener que mirar el tatuaje de mi gemelo este año!) soportando esos dolores, ¿por qué no seguir soportando?. Me ha confirmado que nada de lo que haga, y me estoy refiriendo a entrenar para triatlón no en mi vida diaria que si debo adaptar cosas, me va a perjudicar más, y que por tanto es cuestión de seguir mentalizado.
Al menos "de momento"

Ha pasado que he recibido el "MES UNO ALPED´HUEZ" con el que arrancan los nueve meses que dedicaré a preparar ese megareto y con él una pequeña charla con mi entrenador (y psicólogo deportivo je,je) en la que nos ponemos en modo ON.
Ha pasado que me he decidido a seguir con lo que me gusta y con la misma ilusión con la que empecé.
Ha pasado que quiero seguir siendo EL TRI!.

Pues bueno!!...aquí estamos al arranque de nuevos desafíos, con la limitación y la precaución que esta lesión conlleva, con el convencimiento de que siempre dolerá y con la esperanza de que también habrá días buenos en los que no duela tanto. Intentaremos quitarle un poco de protagonismo y dejarla un poco de lado, centrarme en lo que se vaya consiguiendo, y en el "metro a metro".

Me faltan de nuevo palabras para agradecer todos los apoyos recibidos. Aparte de los obvios "de casa" (que siempre, siempre, siempre están ahí), me gustaría resaltar hoy los que me llegaron de Su y Nico. Este último pendiente de mi estado de ánimo casi continuamente estos dos últimos días, suele decirse aquello de "no sabéis lo que me ayudáis".....pero esta vez creo que si que lo saben. Gracias!!


Dos imágenes a recordar de 2014....para trabajar para 2015


miércoles, 17 de septiembre de 2014

VOLVEMOS


El pasado 17 de Junio escribía la última entrada de este blog. El motivo por el que lo creé no fue otro que el de compartir con quien lo quisiera, las vivencias de un “mortal” en el camino de preparación de un ironman.
Aparte del hecho de compartir en sí, el blog me sirvió para motivarme, para animarme, para sentir casi de manera continua que nunca estaba solo y sobre todo, para dejar constancia de muchos estados de ánimo que sin esta herramienta serían fáciles de olvidar.
Pues con esto en la cabeza...seguimos adelante.
Hoy han pasado muchos días con el blog abandonado y considerando que el pasado Triatlón de Logroño puso fin “oficial” a una temporada marcada por el ironman, me he decidido a retomar el blog.
Pienso que es algo que me viene muy bien, y aún a riesgo de ser pesado (no leerme es tan fácil como no hacer “clic”) voy a seguir utilizando esta herramienta para contar y compartir aquellos pequeños logros y aquellas pequeñas decepciones que pueda ir cosechando en el nuevo camino que en breve empezaremos.
Es tiempo ahora de descansar, de olvidarse de planes, de intentar mantenerse en forma de una manera divertida (nada fácil para mi por cierto) y de ir soñando con el nuevo reto que para 2015 quiero plantearme en lo deportivo.
En esta temporada he vivido cosas increíbles (y lo bonito del blog es que a día de hoy tengo a mi alcance los relatos que “en caliente” escribí sobre ellos) que culminaron sin duda con la realización de mi primer ironman.
Pero no se puede vivir de rentas, unos meses aflojando y mi cuerpo me grita que no tengo genética para estar en forma sin mucho sacrificio. Los seis kilos que la báscula me da ahora de más sobre mi mejor peso antes del iron….son mucho kilos y esos no mienten. No es cuestión de agobiarse, porque esos seis kilos los perdí en la preparación del iron, y todo indica que este año va a tocar trabajar muy duro de nuevo y seguramente la báscula irá a la par con el esfuerzo, pero si de ser consciente de lo que en su momento logramos y de que esa experiencia nos tiene que servir para trabajar de nuevo con ilusión.
El final....merece el esfuerzo.
En este periodo de descanso tanto físico como mental, es tiempo de saborear lo vivido y de mentalizarse para tratar de repetirlo en 2015. La primera parte es fácil, no tengo más que releer las entradas del blog, que revisar las fotos, que charlar con amigos….e inevitablemente vuelve el orgullo del pedazo de logro conseguido.

La segunda parte, también esta en marcha…el reto de 2015 no desmerece a un ironman. Según las crónicas he escogido el triatlón más duro de Europa (así, como haciéndome el despistao ja,ja). Tengo el punto de mira en el Triatlón de AlpdHuez. Una “salvajada” en la que habrá que nadar 2200m en un lago en el que solo se permite el baño ese día y cuya temperatura ronda los 13º lo que hace que mucha gente lo pase realmente mal y tenga muchos problemas para “encontrarse” al salir del agua. Después, el plato fuerte; 115Km de bicicleta en los que se acumulan casi 3000m de desnivel positivos y 1900 en descenso. Los que sabéis un poco de esto (y los que no también) os dais cuenta de lo que supone acumular casi 5000m en poco más de 100Km. Por si esto fuese poco, con los 100Km en las piernas, habrá que subir el temible Alped´Huez, un puerto “fuera de categoría” en el Tour que tiene unos 13Km y las míticas 21 curvas. Para un “rodador” como yo, nada mejor ¿verdad?. Pero aún llegando a Alped´Huez, el juego no termina, una especie de “trailrunning” de 22Km en altitudes que oscilan entre los 1800 y los 2200m es el remate que plantea este pequeño reto que se me ha metido entre ceja y ceja.
Motivos para no rendirse cuando todo te lo pida

En mi opinión, me va a costar tanto o más preparar esto que el ironman, porque aunque la distancia total es sensiblemente más corta, la dureza de esa distancia es más que sensiblemente más dura.
En fin, que ya empiezo el ligero trabajo mental con esta entrada, el día 6 de Octubre es el día marcado para empezar con la pretemporada en la que de nuevo volverán los excell de Pedro, los ajustes necesarios, el poner las celdas en verde y el mirar a 9 meses vista con la ilusión de seguir superándonos….de seguir derribando barreras.

¿Quién se anima a acompañarme en este nuevo camino??


martes, 17 de junio de 2014

CRONICA DEL FINAL DE ESTE CAMINO

Son apenas 200m….al fondo veo el reloj que marca 12horas y 44 minutos. Aunque llevo los dos últimos kilómetros muy emocionado y conteniendo las lágrimas, es ahora cuando esa emoción me vence. Veo a Leti esperando para entrar conmigo, llora mientras levanta los brazos, la señalo con el dedo mientras le digo que ella también lo ha logrado, que esa meta va a ser suya, así lo siento. De la mano cruzamos la meta más bonita de todas cuantas he vivido, he cumplido mi sueño, he terminado un ironman!.

Vilalba 4:15AM. Aunque el despertador sonará a las 4:30, ya me he despertado y la tensión hace que salga de la cama. Hoy es el gran día, hoy intentaré rematar muchos meses de trabajo enfrentándome a la que muchos consideran la prueba deportiva más dura del mundo.
A las seis en punto llegamos al lago de As Pontes, ayer ya recogimos los dorsales y dejamos la bici y la mayoría de las cosas en el box. Dentro ya está todo lo necesario para la bici y la carrera y hoy solo tengo que meter los botes, el casco y los relojes. Como el Suunto no tiene batería para todo el triatlón, he decidido nadar sin reloj, llevar un crono en la bici (aparte del cuenta) y usar el Suunto en la maratón que es donde si quiero controlar los ritmos por kilómetro.
A pesar de que ayer estaba muy tranquilo, hoy ya es distinto. Estamos todos con caras serias, la noche y los focos le dan a todo un aire de tensión especial. Hablamos lo justo y se nos nota que lo que viene no es un juego de niños para nadie. Paso un momento de muchos nervios cuando creo haber olvidado en el hotel la funda de las gafas en la que, además, también tengo los tapones. Gafas tengo otras conmigo, pero sin tapones la natación sería un horror. Estoy totalmente acostumbrado a nadar con ellos, y si no los uso el agua en los oídos me marea. Por suerte, los nervios me han jugado una mala pasada y la funda aparece en un bolso interior de la mochila.
El tiempo pasa muy rápido y antes de que nos demos cuenta nos han llamado al interior del box para llevarnos a la playa y EMPEZAR!.
Ganas, tensión, nervios, intensidad….el cúmulo de sensaciones es enorme en esos momentos en los que somos conscientes de que no hay marcha atrás y que lo que veíamos tan lejos hace unos meses, ya ha llegado.
En el momento de ir hacia el lago, veo que Bau está llegando. Junto a Susana, se han metido un gran madrugón para estar conmigo en este momento, sin palabras. Le hago gestos y me ve, un rápido saludo a distancia es suficiente…también saludo a Su y a toda la afición que traemos que, junto a la “trimipancarta” nos anima haciéndose notar.
Ya en la arena, abrazo a Beni, nos colocamos en el medio hacia la derecha y al poco, un volador nos da la salida.
Los que ya habéis leído muchas de mis crónicas sabéis que me gusta contar las cosas tratando de haceros sentir lo que yo siento. En este caso, la experiencia fue tan intensa que será difícil, pero fiel a mi estilo, intentaré hacerlo así.
Entro caminando en el agua como todos los que me rodean, veo un hueco y al agua. Este momento lo tenía más que visualizado, y en el momento que doy la primera brazada sonrío y pienso “Fran…estás corriendo un Ironman, disfruta, disfruta..disfruta!”.
A partir de ahí 3800m de soledad, en todas las crónicas de ironmans que he leído (que han sido muchas) se hace muy poca referencia a la natación. Ahora lo entiendo, estás fresco, es la disciplina en la que menos tiempo pasarás, y no hay mucho que contar. En mi caso le tenía respeto, ya no solo por el hecho de que nunca había nadado esa distancia (de hecho antes del iron, no nadé 3800, no rodé 180Km y por supuesto no corrí ninguna maratón), sino porque me parecía que el desgaste muscular que implica nadar esa distancia podía pasarme factura. Por este motivó nadé con muchísima calma, respirando bilateralmente, sin fatigarme y tratando de empujar el agua justa para no sobrecargar en exceso los brazos.
Tuve una natación muy limpia, sin golpes y nadando con comodidad prácticamente todo el tiempo. El circuito lo componían dos vueltas a un rectángulo de 1900m con salida a playa intermedia. La vuelta a la playa es complicada porque el sol que acaba de salir nos da en la cara y está tan bajo que es imposible distinguir nada. Así que no queda otra que seguir a los de delante y confiar en que vayan bien. Salgo a la playa con mucha calma, incluso me levanto las gafas y busco a los míos. Veo a Bau y le grito “¿tiempo?”…la respuesta “37 minutos” me deja muy contento, estoy en los tiempos más optimistas que sería nadar a ritmo de 2 minutos los 100m…¡¡bien!!.
Giro por el control, coloco las gafas y de nuevo sin apuros entro en el agua.
Durante esta vuelta, si que ocupo la cabeza en lo que vendrá luego, en lo largo que va a ser el día, en lo duro. Sin duda, aquí cimento parte del éxito posterior, ya que todo son pensamientos positivos. Estoy disfrutando cada brazada y continuamente siento la euforia de estar viviendo algo para mí increíble, estoy siendo parte activa de algo que hace apenas un año me limitaba a ver como una cosa fuera de mi alcance.
Como anécdota de este sector, y para dar fe de la calma que tenía, pude hasta dar las gracias a un voluntario que nos animaba desde una piragua, y a avisar a un compañero que se iba directo a la boya equivocada (tras pasarme literalmente por encima).
Siguiendo con la máxima de no gastar nada más allá de lo imprescindible, completo los 3.800m de natación y pongo los pies en la arena…¡¡1 de 3!!.
La transición me la tomo con muchísima calma, coincido en ella con casi todos los conocidos. Menos Emilio, que nada como un delfín, allí está Jose, Beni, Héctor, Jesús…..nos damos un corto ánimo y cada uno a lo nuestro.
Mi transición no fue demasiado lenta (algo más de cinco minutos), pero hago las cosas con calma. Me quito el neopreno, me seco un poco y me pongo el culotte encima de la malla de compresión. Luego el maillot (así ya voy 100% “Trimineitor”), los guantes y me calzo. Casco que pongo fatal y que solo ya montado en bici me doy cuenta y ajusto bien, y compruebo el tema de los botes y comida (en el maillot solo meto una barrita).
Descuelgo la bici y salgo con mucha más gente de la zona de boxes. Cuando llego al punto donde montamos en bici, veo que Leti está con Susana unos metros más adelante. No me corto un pelo, este triatlón es casi tanto suyo como mío, así que aprovechando que en la charla técnica de ayer nos han recordado que no hagamos atascos por montarnos justo donde esta el juez, y que podemos montar como si queremos un kilómetro más adelante de ese punto, voy trotando hasta donde está, le doy un beso y bromeo con ellas y con el resto del público, recuerdo bien mis palabras…”bueno!, pues nada!, vamos a echar el día!!.

Comienza la bicicleta. Por delante 180Km en los que estoy mentalizado para sufrir hasta la extenuación y en los que se que está el 90% de mis opciones. Se arranca con una corta pero dura subida que todos nos tomamos con mucha calma, es tiempo de asentar el pulso, de comenzar a mover las piernas que han pasado mucho tiempo flotando y de iniciar el trabajo mental que nos permita ir pasando las horas.
Casi arriba de esta primera cuesta me pasa Jesús Rodil, un tipo que tiene que pasar muchos problemas para meter la enorme persona que es, en un cuerpo pequeño. Con un “vamos Fran”, me anima y se va. Yo se que es un ciclista excepcional y, aunque me consta que no llega todo lo preparado que hubiese querido, esta aquí como casi todos para cumplir su sueño y en la bici debe ir ganando tiempo.
Una vez arriba, entro en el circuito y aquí empieza el baile. Unos kilómetros para calentar en los que ni siquiera me acoplo, y enseguida el puerto. Es una subida que no llega a los tres kilómetros con unos porcentajes constantes entre el 4 y el 6%. Meto un desarrollo más que cómodo y con mucha cadencia y sentado me voy para arriba. Paso a gente y asustado por el tema del drafting con el que la organización ha sido muy insistente, me quedo un rato a distancia de otro compañero levantando un poco el pie. Casi al final me decido a pasarlo y al hacerlo me dice…”en la tercera vuelta me voy a cagar en esta cuesta”…¡tercera vuelta!?....hay que llegar a ella.
Una vez arriba empiezan una serie de cortos e incómodos toboganes, en los que tampoco fuerzo y me limito a acompañar los pedales con el peso de mis piernas. El glúteo y la zona lumbar se han ido cargando y empieza el dolor. Miro el cuenta kilómetros y desesperado soy consciente de que llevo 7 Km, y ha empezado.
Bueno, se que vengo con esta lacra y me he preparado a fondo para este momento, he llegado a evaluar la intensidad del dolor hasta límites insospechados y se que solo necesito ser más fuerte que él. 
Lo que os cuento a continuación puede parecer que rebasa los límites de la cordura pero como tal lo escribo, tal fue. Se que mi hija lee estas crónicas (y es algo que inevitablemente me llena de orgullo) así que omitiré “palabras mal sonantes” que en la soledad de la bici salieron de mi boca y que aquí quedan elegantemente implícitas.
Lo cierto es que una de las cosas que sin duda guardaré de este ironman son los intensos diálogos mentales que se mantienen, pero es que en la bici de mentales pasaron a reales y me vi hablando solo sobre la bici. Frases como “¿quieres doler? pues duele!!!, me da igual! duele!!!!....voy a seguir pedaleando…a ver quien es más fuerte!”, o “le ganas Fran, le ganas Fran, eres más fuerte, le ganas!”, salían de mi boca en voz alta mientras mis ojos se clavaban en los guantes sobre el acople. Mis guantes de “Si Quies Pues”, mi lema, mi motivación…
Llego al primer avituallamiento, un poco antes del kilómetro 30. Antes he alcanzado a Jose y respetando el “no drafting”, nos hemos acompañado unos kilómetros. Creo que llego un poco antes que él y al parar él me pasa. Paro aunque no dejo la bici, solo me pongo de pie, estiro hacia atrás y con calma relleno uno de mis botes con el isotónico que nos dan. Aprovecho para charlar un poco con los voluntarios e intento no mirar a los que van pasando. Soy consciente de que sin esas paradas, el dolor tendría más opciones de vencerme, así que aunque me de rabia no poder competir al 100%, pienso que el objetivo aquí es otro, que es acabar y esto es imprescindible para lograrlo.
Vuelvo a la carga con una idea fija en la cabeza, en menos de 30Km estarás en la bajada recuperando y verás a los tuyos…..vamos!!.
El viento es una constante durante toda la prueba y hay momentos en los que nos deja totalmente parados y nos obliga a esforzarnos más en sitios en los que rodar tendría que ser más cómodo. Vuelvo a alcanzar a Jose y cruzamos algunas palabras. En un momento dado, a él le toca comer con lo que me voy por delante ya que yo tendré que parar con más tiempo en el km 60.
Antes de esto, me he cruzado con Milín. Ayer me dio un disgusto tremendo ya que un incidente hace 15 días le ha dejado una rodilla tocada y, tras probar a rodar un poco, nos dijo que sería imposible para él terminar. Para mi eso es un mazazo, recuerdo que sobre Enero, tuvo un momento bajo en el que quiso borrarse y yo le insistí mucho en que siguiera adelante que ya todo se vería.
Por suerte o por desgracia, nos ha tocado vivir situaciones similares y, sin duda por suerte, mi experiencia positiva me sirve para empatizar con él de manera especial y en su momento pude animarle. Pensar que a las puertas del sueño, una rodilla le había despertado….me dolió!. Cuando le cruzaba en la bici, en todas las ocasiones, le gritaba “vamos Milín, fuerza”, e incluso preocupado por que se viniera abajo en la carrera en el último cruce acerté a gritarle “corre sin miedo!!”. Ni siquiera se si me oía o no, pero yo me quedaba de un agusto….
Por supuesto, saludos y palabras de ánimo con todos los compañeros de batalla, el crack de Dani Samalea, Jesús, Héctor Secades, Beni, Lodi….cuando sabes que sonreirás al menos cada vez que te cruces con uno de estos, que serán muchas en total, todo se hace más fácil.
Con todo esto me planto en la primera vuelta. Aunque es difícil dejar de competir porque me encuentro muy fuerte, es obligado seguir el guión así que tras pasar el avituallamiento y junto a todos nuestros amigos, me bajo dejo la bici en el suelo y mientras como algo de lo que llevaba me alejo caminando, saltando, corriendo, y estirando mi maltrecha espalda. Hablo un poco con Bau, con Leti y con Susana. Les digo que es frustrante ver como el dolor me limita. Bau me insiste en que voy como preveía, que tranquilo que esto ya lo sabíamos. Tiene razón, he ido controlando las medias reales de marcha y me sitúo muy cerca de los 30Km/h con lo que…objetivo parcial cumplido.
Vuelta a la bici y otros 30 kilómetros por delante. Vuelvo a subir bien y tranquilo el puerto y arriba al acoplarme el dolor se hace más intenso, más lucha y ahí si paso un momento duro cuando “el diablo” (esa parte de uno que solo habla en negativo), me grita fuerte que aún no he llegado ni a la mitad, que además nunca he pasado de los 150Km y que por muy fuerte que me crea, si sobrevivo a esto, la maratón me matará.
Momento de que el “ángel bueno” ponga toda la carne en el asador, momento de meter en la cabeza un mantra y repetir sin cesar “fuerte Fran, muy fuerte, fuerte Fran, muy fuerte”
En esta vuelta vuelvo a coincidir con Jose y eso me anima bastante. Aunque solo sean unas breves palabras, se hace más llevadero “en compañía”.
He llegado al avituallamiento, he recorrido la mitad del sector de bici, vamos a disfrutarlo. La chica ya me conoce y cuando me ofrece el bidón me dice…”ah tú eres el que tienes que parar”. Paro, dejo la bici en el suelo apartada y voy caminando hacia la mesa. Con tranquilidad como un trozo de plátano, bebo agua y relleno mis dos bidones con isotónico. Vuelvo a la bici, me estiro bien, me despido de los voluntarios y a por otros treinta. Más dolor, más viento, más saludos, más fuerza y ya estoy de nuevo con los míos.
Aquí llego muy fuerte pero con mucho dolor, aparte de la espalda el culotte me ha rozado con la malla en la ingle y por mucho que cambio la postura, se me ha ido haciendo una llaga y duele. En el puesto de asistencia médica pregunto si tienen vaselina, pero no hay, así que nada…hay que aguantar.
Paro, dejo la bici en el suelo y me tiro a estirar. Veo a Bau y le digo “bajo la bici de las 7h”…eso ya es muy grande de por si. Creo que los numerosos seguidores que hay por allí alucinan un poco y piensan que tal vez me estoy retirando, porque cuando tras un rato me subo, me despido y con una sonrisa en la cara vuelvo a pedalear….me animan de una forma increíble. Me dejo llevar por la euforia y les hago gestos con el brazo mientras grito “VAAAAMOOOSSSS”….
Otra vuelta más en la que toca sufrir, lo único positivo es que la malla de compresión bloquea bastante el dolor y este se limita a la zona baja de la espalda y el glúteo. Sin embargo el cuadriceps aguanta un poco mejor. De todos modos, no estoy apretando en absoluto a nivel muscular ni tampoco a nivel de fatiga respirando. Se lo que queda y, dando lo mejor que tengo, regulo al máximo el esfuerzo. Estoy en la velocidad media deseada y eso es más que suficiente.
En esta vuelta comienza la emoción, a pesar de que el dolor es intenso ya se que lo voy a superar. Me acuerdo y echo de menos a mis hijos, pienso que van conmigo, los “Sara” y “David” grabados en mi casco me acompañan ahí donde más falta me hacen, en mi cabeza. No cruzaré esta meta con ellos, pero los llevo conmigo.
130, 140, 150 y me acerco al último giro, al último avituallamiento. En la mitad de este tramo he llegado a estar muy cerca de Jose, pero se ve que está fuerte y ha apretado porque poco a poco me distancia. Antes del giro, ya me cruzado con Milín que me grita un “VENGAAA” que me transmite que está con fuerza mental, siendo así, lo tiene!. Al poco de llegar el cruce es con Jose. Puño arriba y a ello.
En el avituallamiento con mis ya “amigos”, me paro, esta vez un voluntario me sujeta la bici mientras me acerco a la mesa, como otro poco de plátano, bebo, relleno, estiro….y ahora si!; me despido de todos dándoles las gracias y arranco para rematar un buen sector de bici.
En la vuelta, me cruzo con Héctor, Beni y Lodi. Beni viene como siempre sonriendo, creo que me dice algo así como “como vas paaaapaaaa!!!!”…..sonrío, me animo…¡voy!.
En este último tramo aprovecho para despedirme de todos y cada uno de los voluntarios que sin descanso nos han estado animando en cruces y desvíos. Lanzo un beso a todas las chicas seguido de un GRACIAS! y mismo GRACIAS! y pulgar arriba para los chicos. Han sido un apoyo impagable.
En el último repecho antes de la bajada hay uno que nos anima mucho, ahí se me va la pinza. Acoplado, desde lejos y con plato le grito “mira que fiera estoy hecho, hasta ahí acoplao….soy un maaaakiiiinaaaaaa!!!” y el tío “vamos vamos vamos….que grande ereeesss”…
Y aquí estamos, he sido capaz de recorrer 180km, cuando paro el cronómetro que he arrancado al salir, veo no sin una gran alegría la cifra de 6h y 25min….¡¡increíble!!. Si releéis mi última entrada, veréis que para mí y teniendo en cuenta las paradas que tenía que hacer, e hice, bajar de las 6h y media era poco más que un milagro y ahí lo tenía.
Segunda transición que también hago tranquilo, me cuesta mucho doblarme para coger las cosas de la cesta, así que me siento y así ya las tengo más cerca. Antes Leti me ha gritado desde la valla “saluda, para la foto”, pues saludo mujer…saludo. Estoy muy animado y mientras me cambio uno de los organizadores viene a ofrecerme crema solar que no rechazo. Mientras me unto bien, le comento lo fabulosos que han sido todos los voluntarios, que han ido mucho más allá de lo que se puede esperar de un voluntario, que se han desgañitado animándonos, que me han sorprendido y emocionado y que así es imposible fallar.
Me cambio todo menos la malla de compresión, calcetines limpios en unos pies totalmente cubiertos por antirozaduras (que por cierto funcionó de lujo), pantalón, camiseta, gorra, gafas, dorsal hacia delante….y a por la maratón….LA MARATON!.

Salgo bien, me siento muy entero y no noto excesivo cansancio. Saludo a los míos y troto suave, las primeras sensaciones son espectaculares, miro el crono y voy a 5:10, quieto! frena!, esto es largo….muy largo. El primer kilómetro lo hago a 5:15, por suerte mi cabeza piensa en la “cuesta los Mouros” y no hago números (ya que aunque os parezca extraño no soy capaz de saber cuanto tiempo llevo en carrera). No tenía referencia de la salida de la natación, no sabía cuanto había echado en las transiciones y no sabía que hora era, con lo que afortunadamente en ningún momento vislumbre que haciendo una maratón entorno a cuatro horas (que como dije siempre era mi objetivo) hubiese hecho un sub-12.
¿Por qué digo que tuve suerte?, porque tal vez de haber pensado eso, no hubiese respetado tanto ese muro y alguna cuesta posterior que había en la maratón. En boca de casi todos los participantes, la maratón fue algo extraordinariamente duro, no solo porque llevas un montón de horas exprimiéndote, no solo porque son 42 larguísimos kilómetros, no solo porque el terreno es una pista de piedra irregular, no solo porque cuando el viento sopla fuerte el polvo te ciega, sino porque además en los momentos en los que ese viento no sopla, el calor es asfixiante.
Llego al primer avituallamiento y me paro, cojo naranja, bebo Coca Cola y agarro una botella de agua…caminando me arranco a subir la cuesta. Madre mía! Es una rampa durísima que aunque corta, obliga a tirar duro sino quieres quedar clavado. Pienso que ni siquiera el ganador la hizo corriendo en los tres pasos, tal vez me equivoque pero yo al menos no vi a nadie hacerlo de otro modo que no fuese andando.
Paso la cuesta y empiezo a trotar, de nuevo vuelven los ritmos entorno a 5:30, pero en breve un nuevo repecho me quita la ilusión de seguir “rápido”. Es un momento crítico, estamos apenas en el km 4 de 42 y veo que será imposible hacer la maratón en esas soñadas cuatro horas. En ese momento reconozco que me desestabilizo ligeramente (tal vez el único mínimo lunar en una competición mentalmente de diez), pienso que 38 kilómetros son una salvajada, que yo aguanto mal el calor y que la piel de gallina de mis brazos implica que el calor me está pasando factura. Por un momento, pienso que voy a defraudar a mi entrenador, he clavado, incluso mejorado mis previsiones en los dos sectores previos, y voy a “fallarle en el suyo”.
Diálogo interior: "¿Fallarle? ¿Qué me estas contando?, te acuerdas el día que nos sentamos juntos y te dijo ¿Qué previsiones tienes? ¿la maratón en cuatro horas?....yo le miré y totalmente escojonado le dije “¡¡si claro!!....si la bajo de 5 me doy con un canto en los dientes!!”. Pues aquí tienes todos los cantos que quieras machacándote los pies, coge uno y date en los piños, porque hay que seguir trotando, seguir avanzando".
Lo hago, sigo trotando de avituallamiento en avituallamiento, están cada 2,5Km y en ellos los voluntarios repiten una y otra vez que bebamos, que nos hidratemos, que la cosa está muy mal y hay que ir con cuidado.
El ritual es casi siempre el mismo, mitades de naranjas, coca-cola y agua, y una botella para los siguientes 100 o 200m que hago caminando mientras me la echo por la cabeza, la tiro y vuelta al trote. El trote es cansino pero firme, veo que puedo ir a más pero por un lado no me quiero arriesgar, mi cabeza me dice que estoy cumpliendo y que no se puede poner todo en juego, no esta vez. Por otro lado, estoy algo preocupado porque he comido mucho menos de lo previsto, me encuentro de lujo y lo que se es que estoy perfectamente hidratado…no quiero comer más, pero la sombra de un pajarón repentino siempre está ahí. Os puedo asegurar que se ve a mucha gente destrozada, caminando casi arrastrando los pies, yo cuando camino lo hago a un ritmo por debajo de 10min/km y eso también me motiva.
Primer giro y un momento muy bonito, en el giro hay un grupo de 5 o 6 voluntarias, me animan de la que llego, pero al darles la espalda leen en mi camiseta “Asturias” y “Fran” y se ponen a gritar mi nombre y al poco corean “Astuuuuriaaaaas….Astuuuuuriaaaaaas….”; acierto a levantarles el pulgar y con el labio inferior temblando me alejo con mi trote.
La vuelta hacia el primer paso por meta la hago bien, caminando en los repechos, trotando en los llanos. Ya tengo asumido que “no se trata de correr” y que los ritmos no importan mientras siga avanzando constantemente.
No lo tengo muy claro, pero creo que en lo alto de la rampa los mouros, me pasa Héctor, con un “cabeza men…cabeza”, me anima. “Vamos Héctor” le digo. Sufre como todos pero corre que se las pela. Es curioso, pero según me pasa, recuerdo su último post en face, y a su niña Lía con su camiseta…”Mi papá es un ironman”….mierda! se me ha metido algo en los ojos!.
Acabo la vuelta, todos me animan como locos y mi gesto intranquiliza a Leti (luego me lo contaría). Con las manos les hago un gesto de “calma, calma”…mi intención es transmitirles que aquello no va según lo previsto, que me será imposible mantener los ritmos que he manejado en los entrenos y que no “me apuren”, que voy bien pero habrá que echar más tiempo del previsto. A Bau incluso se lo digo y le hago un gesto de caminar con los dedos…”pues camina, tranquilo estás en lo previsto, tienes margen de sobra”.
Vuelta al polvo de la pista y a seguir sufriendo. Tremendo el trabajo mental. Os juro que cuando en las películas salen esos ángeles y demonios a un lado y otro hablándole al protagonista?....SON DE VERDAD!.
A mi se me apareció el demonio para decirme que aún no había llegado ni a la media maratón y que mis ritmos iban decayendo, que en la vuelta anterior me paraba menos en los avituallamientos, que aquella cuestecilla la había hecho corriendo y ahora caminaba, que 25 km si que los había corrido ya, pero no con estas condiciones.
Por suerte, mi entrenamiento mental (los “mas cercanos” sabéis como me he currado esto) sirvió para que un ángel que parecía sacado de una peli de Chus Norris le diera una paliza al demonio y con argumentos de peso lo sacara de mi cabeza. Aún quedaban 25Km si! pero había recorrido 201Km de una manera brutal y estaba viviendo mi sueño, si que me paro más en los avituallamientos, pero es que para acabar como quiero no puedo descuidar, beber mucho, refrescarme, comer algo y no olvidar tomar las sales regularmente, la cuestecilla la podía hacer corriendo, pero para que arriesgar a un sobreesfuerzo o una rotura muscular?. En definitiva, llevé a mi cabeza a pensamientos positivos…y seguí moviéndome hacia delante.
Aquí de nuevo la cabeza me juega una mala pasada, voy viendo el tiempo total de la maratón y se que la última vuelta son 14Km, durante 2 o 3 kms estoy convencido de que caminando (a 10 min el km) tardaré hora y media en hacerla, con lo que “me sobra” un montón para bajarla de 5h que es el nuevo objetivo que me he planteado. Al paso de esos 2 o 3, veo que “algo falla” y caigo en la cuenta de que he calculado con 10Km/h y no con 10min/km….en algo se tiene que notar el esfuerzo!.
Ultimo avituallamiento antes de pasar por penúltima vez la meta, a unos 300m hay unos tractores aparcados, "vamos Fran, camina hasta los tractores y luego ya corre". Así lo hago y paso por delante de los míos trotando. Emocionado casi ni levanto la vista, y me voy a meta…segunda pulsera, miro rápido el arco y pienso “14 km…y me iré hacia ti”…glup.
Vuelvo a donde están todos, esta vez lo tengo claro, he situado a Leti a mi derecha y me voy un poco hacia ella, la señalo con el dedo y muy emocionado le digo “voy a volver aquí por ti, te veo en la meta”…bufff…trago saliva levanto la cara y corro, hago ese kilómetro hasta el avituallamiento mucho más rápido que los anteriores. A pie de la rampa está Héctor, en cada vuelta nos anima “cabeza Fran, cabeza”. Le digo que voy bien, que aún “tengo más” y que la cosa es dura pero va bien. Camina unos metros a mi lado animándome y ataco “los mouros” por última vez.
Estoy cansado, y en esta vuelta utilizo dos técnicas que había entrenado para mantenerme activo. Por un lado pienso que ya no volveré a pasar por donde lo estoy haciendo y así la expresión “última vuelta” la martilleo sin cesar. Por otro dedico cada tramo avanzado a uno de mis amigos más especiales. 
Corro metros por casi todos los que estáis leyendo esto. Recuerdo con especial fuerza el tramo que le dediqué a Nico, normalmente un tramo en el que caminaba y os puedo asegurar que “oía” su voy echándome la bronca “Francisco!..eso es llano, levanta los pies!”. 
Tramo duro el de Bau, me propuse aguantar hasta un avituallamiento y se hizo largo muuuuyyy laaaargooo. Pero a mi hermano no voy a fallarle. 
Corrí por Javi “el de Les Segaes”, que el día anterior me había mandado un whatsapp en el que ponía en valor lo que había logrado hasta ahí, restando importancia al resultado…muy guapo. 
Corrí por Iborras y “nuestro Pienzu”, esta vez no hizo falta amigo, llegamos enteros. 
Corrí por Sergio, que me dejó su bici en mi debut en distancia sprint y que ahora me ve como un referente y pronto culminará en la bola del mundo su primer triatlón.
Todos y cada uno de los que me habéis apoyado me empujasteis hasta la meta.
Bonitos también los cruces, con mis amigos y compañeros de fatiga en esta aventura. Si me equivoco en el orden me disculpáis.
Jose Morillo. Carrerón que se ha marcado, fenomenal en la maratón, el choque de palmas que nos damos casi me arranca la mano, pero aguanto…estoy fuerte.
Héctor Secades. Otro galgo. Creo que le digo algo como “así señores se hace un finisher”.
Milín. Buff…coincidimos en un avituallamiento. Nos abrazados y emocionado me dice “no sabes como me alegro por ti”….”pues anda que yo!”. A mi me quedan unos dos kilómetros más que a él pero los dos sabemos que esto no nos lo roba nadie.
Jesús Rodil. Está sufriendo mucho en la maratón, es duro…muy duro. También chocamos las palmas y también nos emplazamos a meta.
Lodi. Este es un grande, siempre bromeando, siempre haciéndonos reír, ahí está….va a ser un finisher!.
Por último Beni. Sabéis que es uno más de mi familia, hemos entrenado mucho juntos, hemos dado juntos muchos pasos previos y aunque le quedan algunos kilómetros, también vamos a compartir este sueño. Nos paramos, un abrazo que dura segundos, le cojo la cara y se lo dejo claro “no lo dudes! lo hemos conseguido”

Estoy de nuevo donde los tractores, he trotado bien los últimos kilómetros y solo he caminado en las rampas más duras. He animado a un chico que agotado decía que no podía más.
Desde el último avituallamiento sonrío como un bobo, mi reloj dice que bajaré de 5h la maratón, estoy viendo la zona de meta y oigo al speaker y la música.
Paso a una familia que me anima a correr, les digo que ya está, que donde los tractores me pondré a correr…al pasarles ven mi camiseta y ¡¡son asturianos!!. Con esos ánimos arranco a correr y ya no me pararía hasta cruzar el arco de meta.
Estoy llegando puedo correr rápido y lo hago, levanto el puño y saludo a los que me animan….como arrancaba esta crónica termina este sueño, con ella, con mi amiga y compañera, con la persona que ha estado ahí SIEMPRE y sin cuya presencia esto no hubiese sido ni planteable…TE QUIERO.
Tras la meta, el segundo abrazo es para Bau, otro para el que las palabras no llegan, el tercero para Susana…y así decenas de abrazos de gente más cercana y de nuevos amigos. Alegría, emoción, intensidad….
Todos los que fuimos completamos nuestros sueños…todos estamos bien.
El ironman es algo más que una prueba deportiva, aquí nadie que sepa de lo que habla te pregunta por tiempos o puestos, solo si has acabado.
Del ironman me llevo una experiencia única e inolvidable, un camino pleno, momentos gloriosos y una personalidad más rica que “antes de”….

Me atrevo rematar adaptando una frase de Maurice Herzog, primer hombre que subió un ochomil, y que cuando le preguntaron algo como “¿y ahora qué?” contestó como remate de su libro “hay otros Annapurnas en la vida de los hombres”, refiriéndose en su caso que no todo era escalar montañas…obviamente ahora más que nunca me siento triatleta y seguiré haciendo triatlón porque me llena y me completa, pero desde luego “hay otros ironmans en la vida de los hombres”.

SOLO UNA FOTO....DE SOBRA!!!