martes, 29 de abril de 2014

QUITA DOLOR...PONTE ALAS!!!!

Otra semana un poco inestable, pero con un final casi apoteósico. Los que me seguís un poco por aquí, sabéis de mis dolores lumbares. La verdad es que a través del blog no me gusta “ser un pupas”, pero realmente me había mentalizado para entrenar y competir con mucho dolor. Corriendo apenas me molesta, pero en bicicleta era llegar a la hora y media y literalmente llorar de dolor.
Hacía tiempo que Beni me había recomendado la clínica del doctor Ordóñez ya que según él (por experiencia) era capaz de hace milagros en lesiones musculares. Lo cierto es que no tenía muchas esperanzas en lo que pudiera hacerme, pero con un “de perdidos al río”, decidí llamar y pedir cita para el Jueves al mediodía. Ya en la charla inicial me sorprendió por la naturalidad con la que describía mis síntomas con los pocos datos que le había dado. Después me explicó el plan. Si paraba de entrenar, me garantizaba que los dolores desaparecerían en dos sesiones (unos 15 días…) asumiendo ya que no lo iba a hacer, me dice que igual necesita alguna sesión mas, pero que para el 15 de Junio estaré sin dolores. Tengo que reconocer que no me lo creía, pero con que tan solo me quitara algo de lo que estoy aguantando…..sería la leche!!.
El tratamiento suena duro “Punción seca en los puntos gatillos miofasciales con aplicación de corriente eléctrica”, y explicada al detalle (que es como este hombre lo hace) ya duele..je,je,je.
No voy a entrar en muchos detalles, pero después de haber sufrido neuralgias del trigémino….puedo decir que este tratamiento DUELE!.
El "COCHE TRANSICION" je,je,je,je
El caso es que salí de allí no muy convencido, pero enseguida el dolor era diferente y la prueba realizada en el entreno de ayer (que más adelante contaré con detalle) me dejan con una mezcla de incredulidad, esperanza y alegría difícilmente explicable.
En resumen, que la próxima vez creo que aún sabiendo el mal trago que hay que pasar, voy a ir con bastantes ganas. La simple idea de poder hacer la bici del iron sin dolores….buf!!!...prefiero no pensarlo!!!...eso si sería “darme alas”.
Habiendo consultado con el fisio el tema del entreno programado para el sábado, que era ni más ni menos que hacer un simulacro de “half”, más o menos unos 1800m nadando, unos 80 km en bici y rematar con más o menos 20 de carrera, me dijo que siendo 48h después del tratamiento, podía hacerlo y ver como iba la cosa.
El viernes tenía molestias, pero distintas a las habituales con lo que llegué al sábado con bastantes esperanzas puestas en no tener dolores. Cierto es que la noche del viernes, fui un poco inconsciente del reto del día siguiente y cambié la recomendable pasta y mucho agua, por una cena con amigos en una sidrería…hidratar, hidraté….pero no creo que fuera lo más apropiado (anotado!!....no hacer excesos…no más!...bueno el diez de Mayo….y no más! Je,je,je…).
Tras una movida mañana de sábado en el que por fin pude ver a Sara jugar un partido (y no lo hace nada mal), nos plantamos Emilio, Marce y yo a las tres de la tarde en El Arbeyal. Marce nos acompañará parte de la natación y también parte de la bici.
Luciendo patrocinadores
Primer disgustillo del día, al poner el neopreno..zas!! un siete en la parte trasera que habrá que reparar de urgencia. El agua está bastante fría y Emilio no puede dejar de tiritar. A mi la verdad es que no me hace gracia el agua que me entra por el agujero de la espalda, pero una vez que calienta, se aguanta bien y el agua está muy limpia y presta nadar. Hay algo de rizo por el viento y según hacia donde nademos se va mejor o peor, pero al final hacemos unos 1800m a unos ritmos aceptables, aunque con bastantes paradas.
Veinte minutos de transición nos dan una idea de que tampoco nos lo tomamos a muerte, aunque dado que había que cambiarse, sacar las bicis del coche…hacer las fotos, mandar los “guachaps”, etc….je,je,je, no está del todo mal.
La bici comienza saliendo de Gijón por la senda verde de La Camocha, con lo que se rueda muy despacio (nunca entenderé a los fríkis que parece que hacen en esas sendas sus series de velocidad…), pero pronto llegamos a la base del Alto de La Madera. La subida la marca Marce, el jodio no quita el plato grande y aunque subo bastante fino, reconozco que estamos un kilómetro o dos por encima del ritmo al que subiría yo solo. Bueno, no es mal comienzo….hoy es el día para probar. Coronamos y como tiros hacia abajo, acoplado sobre el manillar y a rodar. La cadera presenta una ligera molestia, pero distinta de lo habitual y sigo con miedo de que acabe como siempre. Los kilómetros pasan y en El Berrón Marce se da la vuelta. Compromisos familiares que hay que atender….¡¡gracias liebre!!.
Más que contentos al acabar la bici
Nos quedamos solos Milín y yo y empezamos a tirar a buen ritmo, el viento es muy fuerte y no solo retrasa la marcha cuando sopla de cara, sino que complica mucho la estabilidad cuando pega de lado sobre las ruedas. A muy buen ritmo (y sobre todo mejores sensaciones porque…NO TENGO DOLOR!). Llegamos a Nava, ahí quiero parar, para comer algo (y tenía previsto estirar para mitigar el dolor aunque eso no me hace falta). Aprovechamos el llagar del patrocinador de los Trimineitors Vda de Angelón para hacer la parada, unas fotos y tras nueve minutos, arrancamos de nuevo.
Ahí si que ya no se me quita la sonrisa de la cara, no tengo ni siquiera una molestia y llevamos ya unos 45km.
La vuelta la hacemos peleando contra el viento, hablando lo justo y hasta subir de nuevo La Madera, tratando de rodar acoplados y mantener un ritmo vivo. La bajada hasta Gijón la aprovechamos para comer algo, soltar piernas y prepararnos para el regalín que hemos dejado para el final.
Al final hemos rodado un total de unos 84Km con 1800m de desnivel acumulado (ese será el desnivel total de los 180Km de As Pontes) y una media entorno a los 25Km/h. Trabajo hecho…otros 14 minutos de transición (cambios…recoger bicis…) y a correr!!.
Caras que reflejan cansancio....y felicidad
Siempre he dicho que para mi el triatlón tiene una ventaja y es que ya no me afecta (y si lo hace es de forma positiva) el correr después de hacer bici. Aunque cansado, mis piernas van de lujo y me encuentro muy cómodo. Muy bien de “patata” dejo que las patas fluyan y vamos haciendo kilómetros a ritmos entorno a los 5:30. Milín empezó con dolor de espalda, pero pronto calienta y mantiene el ritmo sin ningún problema. Mi reloj se vuelve loco en un túnel con lo que decidimos fiarnos de el de él, y dar la vuelta cuando marque 10Km. Unos metros más adelante de ese punto lo hacemos…y solo queda volver. Veo que Milín va bien y que no está muy convencido de hacer bien la maratón del iron, así que decido forzarle un poco para que se de cuenta de que está como un toro. Con esto, a partir del 15 nos forzamos un poco y vamos apurando los últimos kilómetros. Ya sabiendo que solo me queda uno, me pongo en plan “gran final” y me dejo ir con Milín muy cerca y marcando un último kilómetro a 4:33 que me deja con un subidón importante.
Hemos terminado, casi seis horas y media después de haber empezado, casi de noche, pero muy satisfechos de haber completado un gran entreno y sobre todo haberlo hecho en compañía y compartiendo más que brazadas, pedaladas o pasos….compartiendo nuestros nervios, inquietudes, “miedos” por lo que nos espera. Creo que esto último es aún más importante que el sin duda valiosísimo paso que hemos dado haciendo lo que acabamos de hacer.
Tras adecentarnos un poco, el remate no podía ser otro, estando a un paso de otro patrocinador de Trimineitors (Sidrería El Secañu) allí fuimos a reponer fuerzas con unos inmensos cachopos regados por abundante e isotónica cerveza.

En definitiva, de confirmarse la mejoría de mi cadera, creo que estoy arriba del todo para afrontar la ya recta final que tenemos por delante hasta el gran día. Seguimos centrados, seguimos con ganas…..y estamos fuertes!.
Pinchín de carne de "El Secañu"

lunes, 21 de abril de 2014

VIVIR DEPRISA?

No se muy bien que significa esa expresión de “vivir deprisa”, la verdad es que hay muchas veces en que uno tiene la sensación de que todo pasa muy rápido y de que tendríamos que pararnos más en cada cosa que hacemos, pero ¿eso no nos quita tiempo para hacer más cosas?.
Hoy según he entrado por la puerta del trabajo, lo primero que me han preguntado es ¿qué…agotado de no parar estos cuatro días? y ¿qué te duele hoy?. No se si es bueno o malo, pero está claro que la imagen que mi entorno tiene de mi es la de un “hiperactivo”. ¿Viviré demasiado deprisa?.
Pienso que no pierdo demasiado tiempo y que, aunque no me queda más remedio que abarcar mucho, no me desconcentro en luchar por apretar lo suficiente en todo lo que hago y quiero.
Valgan estos últimos cuatro días de “minivacaciones” para ilustrarlo.
Miércoles. Salgo de trabajar a las 7, a casa, un poco de rodillo suave, duchita y, aprovechando que los niños pasan la noche con sus tíos, nos vamos de “novios” con dos buenos amigos a cenar con la excusa de la final de la Copa del Rey. Risas, unas cervezas, concierto, más cervezas y al final a descansar con la sensación de haber aprovechado a fondo un momento de amistad.
Con la familia y buenos amigos por los montes de Somiedo
Jueves. Me levanto temprano para cumplir con el entrenamiento marcado (15 series de 200) y después, aunque no estaba programado, me voy hasta Candás para nadar en mar junto a mi hermano y seguir enviciándolo un poco más en este mundillo del tri. Unos 1700m, una cervecita y a casa justo para comer.
De tarde, coche cargado y a Somiedo a disfrutar de la cabana en compañía de otros buenos amigos con los que hace tiempo ya que nos emplazamos para que conocieran ese pequeño trozo de paraíso que tenemos la suerte de disfrutar. Velada de las que se quedan guardadas y de las que se pueden resumir con un “Dios! Que a gusto estuvimos!”.
Viernes. Soy el primero en salir del saco, se prepara el café, se desayuna, se recoge un poco…y al monte!. Será una ruta que conozco al dedillo, pero que nunca deja de sorprenderme y el hecho de que alguien “la estrene” unido a hacerla acompañada de toda mi familia, incluida Kona, hace que pueda decir que me siento FELIZ. Comemos en el monte, jugamos con los niños, jugamos nosotros, nos reímos, cantamos, descansamos….vivimos!!. Viernes tarde, de vuelta a casa con eso que se resume como “con las pilas cargadas”.
En Laviana, bien acompañados
Sábado. Toca conciliar y por la mañana es Leti la que se va a Laviana a entrenar un poco por el monte con unos amigos. Después, me uno con los nenos y juntos asistimos a la charla de Bruno Toledo y Nacho Lacarra que organizada por Héctor nos acerca a un auténtico crack del atletismo al “resto de los mortales”. Charla amena y relajada que siempre te enseña algo. Después una buena comida en la que me tengo que cortar un poco ya que el entreno es el entreno y sin pausa me tengo que escapar para cumplir con las dos horas de carrera continua marcadas. Afortunadamente, Jose se une al entreno y juntos hacemos algo más de 22km a un ritmo más que bueno y con muy buenas sensaciones (el trabajo empieza a dar sus frutos).
Domingo. Tocaba “bici larga” (unos 100km) pero entre que dan mucha lluvia y que Alonso hace una buena salida (je,je) decido cambiar un poco y disfrutar de la F1, que ya hacía carreras!. Apenas cruzan la meta, me cambio y arranco para hacer un entreno de calidad en bici. Cuatro vueltas a un circuito en el que incluyo la subida a La Campa y tres cambios de ritmo muy fuerte sobre llano. En resumen casi 60Km con un total de 1200m de desnivel acumulado y las patucas echando humo.
Comida con los míos….siesta…relax…paseo con Sara y Kona y de remate, la visita de otros buenos amigos con los que ponernos al día y compartir un par de botellinas de sidra.
MI FAMILIA....UN TESORAZO!!!

En definitiva, cinco días intensos, llenos, atractivos, disfrutones, variados, motivantes, estimulantes….¿vividos deprisa?, no lo se…no se si deprisa o despacio, pero VIVIDOS que, al final, es de lo que se trata. Sigo preparado para seguir viviendo lo que me toque.

martes, 15 de abril de 2014

ESTILO DE VIDA

Buenas sensaciones y ligero “gato en el estómago”. Así podría definir mi estado de los últimos días. Cada entreno se va orientando más al objetivo, me sorprendo a mi mismo calculando cuantos kilómetros más pienso que podré hacer cuando corro 22km, o evaluando las sensaciones que podría tener con la paliza previa ya en el cuerpo. Estimo una y otra vez lo que debe de ser llevar 10 horas compitiendo y saber que te quedarán al menos otras tres horas de “dar pasos”.
Se que debo disfrutar entrenando (¡¡y vaya si lo hago!!), pero no vamos a engañarnos, entreno con un objetivo que es el de acabar una prueba que está considerada como de las más duras del panorama deportivo.
El mero hecho de que no me quepan dudas acerca de si estoy o no preparado para hacerlo ya es un logro en si. Estoy preparado para afrontar un ironman y lo estaré aún mejor dentro de dos meses…mamma mía!!!.

Mira que muchas veces he pensado en que es una “empalmadez” eso de considerar “el triatlón como una forma de vida”, pero es cierto que hay tantas cosas de este deporte extrapolables al día a día que cada vez toma más sentido esa frase. Los problemas “serios” del día a día se afrontan de modo distinto cuando uno tiene el hábito de superarse casi cada día en una actividad absolutamente voluntaria.
No creo que sea solo el triatlón, sino cualquier actividad deportiva que te exija una disciplina y para la que necesites trabajar la motivación de manera continua. No hay nada que nos obligue a entrenar cada día, no cobraremos más, posiblemente nadie nos de una palmada en la espalda por hacerlo, pero nos hemos puesto en “modo ON” y lo hacemos porque somos fuertes, porque tenemos uno o varios sueños, porque nos hemos motivado y porque siempre somos capaces de ver el lado positivo del esfuerzo.

Hoy mismo he hecho un entrenamiento de los que físicamente te deja bastante agotado, pero que anímicamente suponen un empujón brutal.
Trabajando de 8 a 2, comiendo un bocadillo y algo de fruta sobre las 12:30 y saliendo con sueño, con hambre y desde luego con el cuerpo pidiendo únicamente una larga siesta, me planté en Las Segadas. Mi plan decía 1:45 BICI+ 14Km CC. Buf!! eso suena bastante duro pero, como decía antes, algo nos anima a tratar de hacer las cosas (y ojo! digo “las cosas” no solo el entreno) cada día mejor, así que me cambio lo dejo todo preparado y a rodar. No se muy bien porque, pero quise tomarlo como un pequeño test.
Salí hacia Mieres ya que es un recorrido “muy As Pontes”, salvo por el puertecillo que allí nos encontraremos en cada vuelta….el resto es un llano con algunos repechos (como luego comprobé al descargar el perfil…muy similar lo hecho hoy a la parte alta del iron).
Salí con idea de no morir pero si de forzar…y vaya si forcé. Fui justo hasta la rotonda de Mieres, vuelta e hice dos vueltas a ese circuito. Total…53Km y una media de…¡¡SI!!...30,5Km/h. El único lunar fue el intensísimo dolor lumbar que me provocó el ir forzando un poco y sobre todo el ir acoplado durante prácticamente el 100% del recorrido. Esta claro que para el iron tengo que programar paradas para estirar la zona (ya que recupera pronto) y que no podemos situar las expectativas más allá de los 26-27Km/h (así que las 7h de bici….me temo que es el objetivo más realista).
Tras la bici, una transición sin prisa pero sin pausa (unos 6 minutos en total) y a correr.

Era la primera transición directa que hago este año y la verdad es que las sensaciones fueron buenas, y tanto que el primer kilómetro me lo marqué a 4:50 (¡¡están locos estos romanos!!). A partir de ahí, regulo aunque mantengo el ritmo mucho más alto de lo previsto. Paso muchos momentos en los que tienes que mantenerte fuerte porque entre el calor, el cansancio acumulado y el “puto diablillo” que se empeña en que pienses que eso es una mínima parte del iron y que por tanto si sufres ahí….¿como piensas acabar algo que multiplicará casi por cuatro lo que estás haciendo?. A trabajar la cabeza, a ser duro, a no dejarse llevar por malos pensamientos….y a seguir corriendo!!.

Al final es de lo que se trata…de seguir!. En entrenos, en carrera, en el trabajo, con la pareja, con los amigos, con los niños…con todo. Siempre hay que seguir, siempre “merecerá la pena”, siempre habrá un premio al final.
Eso es “estilo de vida”, eso es luchar, sufrir, seguir, pero sobre todo disfrutar.
Al final, una fascinante media de 5:08 min/km…un cansancio intenso pero soportable, una sensación de haber dado un paso más y un buen entreno terminado.

Ya recuperado, pongo fin a este post que me ha salido un poco “raro”, creo que es una mezcla de relato directo, con pensamientos internos y “vena coach”….en fin, a mi me ha servido el escribir un rato y ¿el blog era para esto no?...

jueves, 10 de abril de 2014

TRABAJANDO LA MENTE

Hoy me saltaré el turno de post semanal, y es que estoy “creativo”. Lo cierto es que en los últimos días, el fenomenal estado físico en el que me encuentro (a pesar de los eternos dolores lumbares y un catarro bastante molesto…), ha hecho que la cabeza se ponga a trabajar a un ritmo frenético y, como siempre, el escribir me supone una válvula de escape vital.
¿Y en qué trabaja mi cabeza??, pues si! ya en el ironman, en la carrera, en el día de la prueba, en la competición en si. Recuerdo que cuando empecé a prepararlo, ninguna idea que no fuese acabar cruzaba por mi mente. El tiempo máximo del que dispondremos en As Pontes es de 16h y con esa idea empecé la preparación. Dando por hecho que “me sobraba” tiempo y que solo era cuestión de trabajar la resistencia para estar un enorme número de horas sudando y luchando.
Después viene la fase de no creer en uno mismo, en mi caso reconozco que corta pero dura. Es ese momento en el que haces 40km de bicicleta y te duelen hasta las pestañas, o no eres capaz de poner el cuentakilómetros por encima de 26Km/h “ni hacia abajo” y la puñetera mente está ahí rápidamente para multiplicar esa distancia por cuatro, sumarle 20km y decirte que con eso ni en más de siete horas terminarás la bici. Es también el momento en el que sales a correr “sin forzar” y en el kilómetro 6 estás hasta las narices de dar pasos….¿y así quieres hacer una maratón?....de nuevo esa incómoda compañera está ahí para dar caña y hacer que te plantees muchas cosas.
Tengo un gran amigo en el país vasco, Jose Zulaika, que fue el único de todos los que conozco que me apostó que no terminaría. Cuando le comenté (en Noviembre cuando fuimos a la Behobia-San Sebastián), que este sería mi reto de 2014, me miró y dijo “no lo terminas seguro”, después me preguntó varias veces cuanto tiempo había competido como máximo…y de nuevo meneando la cabeza dijo “me apuesto lo que quieras a que no acabas”. La apuesta quedó sobre la mesa…”si acabo…tú vienes a Machotes 2014”, sinceramente, no recuerdo que pasaba si no acabo. Creo que ya en ese momento tuve claro que acabaría, a que al menos llegaría en condiciones óptimas para acabar.


Tras ir completando meses de entrenamiento, y  a pesar de luchar por convencerme de que el único objetivo es terminar, viene el pensamiento de “las estimaciones”. Ahí si que lo tuve claro y me convencí de que siendo como soy orgulloso y competitivo a mi nivel, no me valía “arrastrarme” hacia la meta. Debía prepararme para estar dentro de unos valores “dignos”. A pesar de que uno siempre quiere ser conservador, la cifra de las trece horas se quedó fijada en mi cabeza como objetivo a batir….las cuentas eran claras. Hora y media para nadar, seis horas y media sobre la bici (unos 27-28Km/h) y cinco horas para completar la maratón.


A día de hoy me siento fuerte, muy fuerte….pero sigo viendo el objetivo de las 13h como un sueño y un objetivo real. Cierto que los test en agua dicen que debería estar en torno a la hora y cuarto, o menos. La bici es una incógnita, recuerdo el circuito bastante rápido pero la acumulación de horas y kilómetros será muy complicada y a la media que sea capaz de sacar habrá que añadirle al menos 15 o 20 minutos de paradas a estirar y comer adecuadamente….con lo que tal vez siete horas sea más adecuado. Por último la maratón, sin duda lo que más estoy preparando, creo que acertadamente ya que no solo era mi faceta más floja, sino que al ser la última….ahí nos jugaremos posiblemente la meta. Aunque quiero rebajar objetivos, cada día se afianza más la idea de tratar de bajar las cuatro horas en la maratón. Posiblemente sea una locura, pero dado que la idea es correr sin parar (salvo en los avituallamientos) los 42,2 kilómetros…podría ser!.
Con todo esto, el objetivo se mantiene en bajar de las 13h. Para muchos será tontería fijarse un objetivo de tiempo en un debut así, puede suponer una presión extra innecesaria, pero yo lo necesito, trabajo mejor “por objetivos”, necesito una regla que mida mi esfuerzo, un resultado que justifique el trabajo. No quiere decir que no esté preparado para terminar en 14 o 15 horas, pero necesito fijar un objetivo de disfrute que haga que todo el sufrimiento (que sin duda habrá) tenga sentido.
Esto no hace que la espalda no duela con 30Km de bici o las piernas con 5Km de carrera, pero ahora ahí lo que hago es seguir, la meta está en casa Dios….pero hay que seguir moviéndose hacia delante.
Se que el cuerpo va a pedirme que pare en más de una ocasión, ya cada día preparo y trabajo en estrategias para afrontar esas sensaciones. La idea de la meta me la guardaré para cuando falten cinco kilómetros, antes creo que pueda verla “demasiado lejos” y me desmotive.

Pienso disfrutar de cada momento, pienso hacer como en todas las carreras, saludar a los voluntarios, agradecer al menos con un gesto los ánimos de la gente, quiero intentar que mis paradas en la bici coincidan con donde estén los míos y charlar con ellos…pero sobre todo, quiero mantener el estado de ánimo que tengo ahora, que no es otro que el de la incredulidad de verme en disposición de HACER UN IRONMAN.
Todo el blog está orientado a eso, a no olvidar que hace muy poco tiempo el hecho de hacer un tri olímpico era poco menos que un “reto imposible”, a dejar siempre presente que lo conseguido es una pasada, que mi evolución es brutal y que, además, la he logrado sin que los sacrificios realizados se puedan llamar así “sacrificios”. Simplemente han sido etapas necesarias para alcanzar unos objetivos.
Aún falta mucho, y seguro que aún quedarán post en los que me vaya arriba o me deje llevar un poco por el desánimo, aunque sinceramente creo que de estos últimos (salvo lesión..) ya no va a haber.
Hace poco comentaba la famosa frase de que “el ironman es 10% físico y el 90% mental” y decía que podía estar de acuerdo, pero que en mi caso para aportar ese 10%...mi físico tenía que estar al 110%. Hoy creo que voy a poder aportar ese 10% físico…en cuanto al mental, ja,ja,ja,ja,ja….soy Fran!! ¿alguna duda??.





lunes, 7 de abril de 2014

SEMANA MUY INTENSA

Esta semana ha sido la de mayor volumen en horas hasta la fecha. Casi 15h de entrenamiento sin contar la rutilla que el domingo, como “descanso activo”, puso la guinda a una gran semana en la que solo el puñetero dolor de la zona lumbar puede considerarse un lunar.
La semana empezó con doble sesión el lunes, con 15Km de carrera al mediodía y algo más de 2000m en la piscina probando los intervalos en pirámide (100-200-400-200-100), la verdad es que la piscina empieza a motivarme poco, pero hay que seguir manteniendo el nivel….NO QUEDA NADA!.
Congelado pero feliz de mi "gesta"
El martes, empecé con mis “martes de bici”, gracias al apoyo que recibo en el trabajo puedo hacer horario de 8 a 2 y aunque suponga madrugar tres días seguidos, es un lujo salir a las dos y tener toda la tarde para ir haciendo horas de bici. Me las prometía muy felices y además quería empezar a poner a prueba algunas estrategias de alimentación pensando en el iron. Comí un bocata y fruta a las 12:30 y la idea era llevarme más “pinchos” para la bici. Queso con membrillo y algunas onzas de chocolate valor fue la elección y creo que será lo que lleve el día de la prueba.
Según lo previsto, a las dos y media ya estaba en Las Segadas cambiado y listo para pedalear. Mi idea era ir dirección Campomanes hasta alcanzar los 50km y dar la vuelta para completar 100. Al poco de salir, el fuerte viento en contra y racheado me empezó a poner las cosas difíciles. Hasta Mieres, todavía se aguantaba, pero a partir de ahí resultaba muy difícil avanzar (de ir acoplado ni hablamos) y además las ráfagas laterales en ocasiones “meneaban” la bici y complicaban mucho el avance.
Con este panorama, a la altura de Ujo, decidí tirar para Cabañaquinta pensando que al girar igual mejoraban las condiciones…¡¡mala elección!!! en Moreda literalmente el viento me impedía continuar (os juro que no exagero….con plato pequeño, de pie…y no avanzaba en llano!!). Me paré a comer algo y viendo que solo llevaba unos 30km pensé que podía probar un par de kilómetros de la subida a Coto Bello, cuyo acceso estaba un poco más adelante. Dicho y hecho, allí el efecto del viento era mucho menor, pero las rampas son de órdago. Poco a poco y encontrándome genial, fui subiendo kilómetro a kilómetro (están todos marcados). En principio pensé en dar vuelta en el 5, pero por un lado me encontraba fuerte y por otro pensé que no era probable que volviera a estar ahí arriba….así que ¡¡camino a la cima!!. Con tintes épicos por el fuerte viento, la lluvia y el intenso frío que hacía, conseguí coronar con una inmensa felicidad, de nuevo la increíble sensación de haber alcanzado un estado de forma que me permite hacer cosas con las que antes ni soñaba, me hace “ser vencedor”. Medio congelado (subí de corto), conseguí hacerme una autofoto, comer algo y tirar hacia abajo. La bajada fue un calvario, se me insensibilizaron dos dedos en cada mano, con lo que no tenía sensibilidad alguna al frenar y con el piso mojado….lo dicho, un calvario!. Lo mejor es que una vez abajo, y a pesar del tute, pude rodar acoplado y superar los 30Km/h de media en esa última hora. Objetivo superado.
El miércoles, y tras consultar con el míster, mantuvimos el entrenamiento intenso del mediodía que pude completar con relativa facilidad (estoy asimilando cargas!!!). Eso si…de tarde y bajo una intensa lluvia decidí cambiar la hora de carrera continua por un trote/camino por las pistas de Lieres, en las que pude disfrutar un montón y en las que varios corzos me demostraron lo guapos que son muchos rincones que tengo al lado de casa.
Primer entreno en mar de la temporada
Tras el merecido, y disfrutado, descanso del jueves, llegó el viernes que tenía marcado en el calendario como el primer entreno de la temporada en mar. La lluvia de la mañana me hizo “redudar” del plan previsto, pero al llegar las 17:30 no llovía, así que a por ello!!. Fui hasta el Arbeyal y la verdad es que el mar estaba como un plato. A enfundar el neopreno y al agua. No voy a engañaros….caliente no estaba, pero tras las primeras brazadas, se nadaba sin problema y me lo pasé mejor que bien. Si el Ambit marca bien, nadé a un ritmo fabuloso, dos ida y vuelta hasta el espigón con salida entre vueltas a la arena para entrenar este aspecto (la vuelta al agua es agónica durante unos segundos) para hacer algo más de 2.500m en un ritmo que hoy mismo firmaría para los 3.800 del iron. Al salir del agua, una muy grata sorpresa al ver en la arena a Milín, que concluyendo su entreno de carrera pasó por la playa a ver si me veía. Animado al verle, decidí correr un poco según tenía como opcional en el plan, e hice algo más de 30 minutos de carrera suave que me dejaron más que satisfecho. Para rematar la semana, quedé para cenar pizza con la familia y con unos invitados de excepción. Con Jose y Lucia, disfrutamos de risas, buenas pizzas, unas cervecillas y animada conversación ¿Qué más se puede pedir?.
Y llegamos al día grande de la semana, el sábado gracias al empuje de Jose Somoano, organizamos un “megaentreno” que inicialmente consistía en sacar unos 100Km de bici por la mañana y a continuación realizar la Media Maratón Ruta del Sella, que une Arriondas con Ribadesella
Con Somoano en un alto del recorrido
Así que a las 12 del mediodía estaba en Ribadesella con la bici para arrancar con el entreno. Salimos suave y por el recorrido que hará el triatlón (half y olímpico) que habrá en Septiembre. Vaya broma de recorrido!!, aparte de transcurrir por carreteras muy estrechas y en muchos casos mal asfaltadas, los desniveles son importantes y prácticamente no hay un metro llano. Es cierto que el recorrido es precioso y las vistas inmejorables, pero se presta más a una marcha cicloturista que a disputar un triatlón. Las duras subidas y las comprometidas bajadas, sobre todo la penúltima, seguramente harán las delicias de los triatletas “más ciclistas” pero para los rodadores como yo….excesivo!. Nosotros lo hacemos con mucha calma, disfrutando del fenomenal día que hace y del sol que por fin ha salido después de un amago de lluvia en el arranque por las calles de Ribadesella. Completados los más de 40 kilómetros del circuito, tiramos hacia Arriondas para completar el entreno. Ahí me voy un poco por delante, para trabajar la postura de acople después de las subidas, y aunque con bastante dolor en las lumbares y glúteo izquierdo, aguanto bien y mantengo la velocidad por encima de los 30Km/h. La mejor lectura es que al llegar a Arriondas, me bajé de la bici para esperar a Jose y en un par de minutos estirando, el dolor mejoró mucho y al volver a montar estaba muy entero. Está claro, en el iron me bajaré de la bici al menos en los kilómetros 60 y 120 para comer algo tranquilamente…cinco minutos en cada parada no supondrán nada, y pueden resultar determinantes para aguantar el resto.
Llegamos a Ribadesella con el tiempo justo para cambiarnos, meter la bici en el coche y coger el autobús que nos lleve a la salida en Arriondas. Hace mucho calor y realmente estoy cansadín, al final han sido tres horas y media sobre la bici y todo va sumando.
En Arriondas nos encontramos con Héctor y Jose Morillo, tomamos un cafetín y a la salida. Mi intención es contener el ritmo en los 5:15min/km y hacer la carrera con Somoano, pero (¡¡mierda de dorsales!!), salimos ya entorno a los 5min/km y con mucha facilidad. Sobre el kilómetro 3 Somoano se encuentra con unos conocidos y ajusta su ritmo al de ellos. Yo tirado en todo momento por Jose Morillo, me mantengo en el ritmo inicial y, codo con codo, los dos Trimineitors vamos haciendo kilómetros. A pesar del cansancio acumulado, los pasos van siendo todos en un “machacón” ritmo de 4:50/55 y pienso que estará genial acabar esta prueba por debajo de la hora cuarenta y cinco.
La carrera es dura, hay varios repechos y el correr sin público y por un arcén con el tráfico abierto no es lo mejor, pero sin duda la cabeza es una parte vital a entrenar de cara a nuestro reto, así que me concentro en aguantar el ritmo que me marca Jose y no pienso mucho más.
Meta en Ribadesella. Gracias Jose.

Vamos recogiendo “walking dead”, es muy elevado el número de corredores que caminan, que están parados estirando o que con gestos de dolor se llevan la mano al muslo, los gemelos…está claro que el calor está pasando factura a mucha gente.
Yo aguanto relativamente bien hasta el kilómetro18 en el que el gel tomado en el 16 me reseca la boca de una forma increíble (a pesar de haberlo pasado con una botella de agua casi completa). Veo que me cuesta muchísimo mantener el ritmo y que toca sufrir. Pues bien, de eso se trata no?, paso un calvario en la recta de Llovio y el posterior repecho, pero animado por Jose (y por un “invitado” que se acopló a nosotros casi toda la prueba) consigo reponerme y recuperar parte del buen ritmo. Ya en el 20, una botella salvadora de agua me da el empuje justo para poder llegar a meta. Según el Ambit 1:44:28 (4:56min/km). Muy buen tiempo y fenomenal día de entreno en el que no solo he trabajado el importante aspecto físico, sino que he sido capaz de correr sufriendo y “tirar de galones” para aguantar 5 kilómetros realmente muy duros sin caer en el desfallecimiento…..muy contento!!.
Reagrupados todos, Héctor, Rocío, Morillo, Somoano y compañía en torno a unas cervezas, ponemos fin a un día agotador en el que sin duda hemos dado otro paso importante en el lento camino al iron.  


El Domingo, tocaba regenerar….pues a regenerar!. A pesar de que la idea inicial era hacer un poco de bici suave teníamos excursión con el colegio, con lo que me pareció que con eso sería suficiente para soltar un poco muscularmente y, sobre todo, liberar un poco la mente de tanto entreno programado. La verdad es que creo que fue un acierto, porque el paseo por “El camín encantaú” de Ardisana a ritmo muy tranquilo acompañado de toda la familia fue un auténtico placer y disfruté muchísimo sin ritmos, tiempos, pulsaciones….
Probando "el futuro"??
También fue la primera vez que sacamos a Kona de paseo y, aunque tenía miedo que sus cuatro meses fueran pocos para tanto camino, la verdad es que se lo pasó de cine e incluso tuvimos tiempo de hacer un “minisimulacro” de canicross, disciplina que me gustaría probar en un futuro no muy lejano y de la que ya me estoy informando. Pienso que combinar el deporte que te gusta, con la naturaleza y con un compañero que lo disfrute, tiene que ser guapo. Kona se portó de lujo, con el único lunar de lo agresiva que es con otros perros, es un poco extraño y tendré que buscar soluciones, porque si bien es genial en cuanto a comportamiento y relación con la gente, con todos los otros perros que encontramos se pone como loca sin motivo aparente…a ver como evoluciona.

En resumen, una semana intensa de entrenamientos e intensa de “vida social”, una semana de las chulas y de las que hay que repetir.