martes, 15 de abril de 2014

ESTILO DE VIDA

Buenas sensaciones y ligero “gato en el estómago”. Así podría definir mi estado de los últimos días. Cada entreno se va orientando más al objetivo, me sorprendo a mi mismo calculando cuantos kilómetros más pienso que podré hacer cuando corro 22km, o evaluando las sensaciones que podría tener con la paliza previa ya en el cuerpo. Estimo una y otra vez lo que debe de ser llevar 10 horas compitiendo y saber que te quedarán al menos otras tres horas de “dar pasos”.
Se que debo disfrutar entrenando (¡¡y vaya si lo hago!!), pero no vamos a engañarnos, entreno con un objetivo que es el de acabar una prueba que está considerada como de las más duras del panorama deportivo.
El mero hecho de que no me quepan dudas acerca de si estoy o no preparado para hacerlo ya es un logro en si. Estoy preparado para afrontar un ironman y lo estaré aún mejor dentro de dos meses…mamma mía!!!.

Mira que muchas veces he pensado en que es una “empalmadez” eso de considerar “el triatlón como una forma de vida”, pero es cierto que hay tantas cosas de este deporte extrapolables al día a día que cada vez toma más sentido esa frase. Los problemas “serios” del día a día se afrontan de modo distinto cuando uno tiene el hábito de superarse casi cada día en una actividad absolutamente voluntaria.
No creo que sea solo el triatlón, sino cualquier actividad deportiva que te exija una disciplina y para la que necesites trabajar la motivación de manera continua. No hay nada que nos obligue a entrenar cada día, no cobraremos más, posiblemente nadie nos de una palmada en la espalda por hacerlo, pero nos hemos puesto en “modo ON” y lo hacemos porque somos fuertes, porque tenemos uno o varios sueños, porque nos hemos motivado y porque siempre somos capaces de ver el lado positivo del esfuerzo.

Hoy mismo he hecho un entrenamiento de los que físicamente te deja bastante agotado, pero que anímicamente suponen un empujón brutal.
Trabajando de 8 a 2, comiendo un bocadillo y algo de fruta sobre las 12:30 y saliendo con sueño, con hambre y desde luego con el cuerpo pidiendo únicamente una larga siesta, me planté en Las Segadas. Mi plan decía 1:45 BICI+ 14Km CC. Buf!! eso suena bastante duro pero, como decía antes, algo nos anima a tratar de hacer las cosas (y ojo! digo “las cosas” no solo el entreno) cada día mejor, así que me cambio lo dejo todo preparado y a rodar. No se muy bien porque, pero quise tomarlo como un pequeño test.
Salí hacia Mieres ya que es un recorrido “muy As Pontes”, salvo por el puertecillo que allí nos encontraremos en cada vuelta….el resto es un llano con algunos repechos (como luego comprobé al descargar el perfil…muy similar lo hecho hoy a la parte alta del iron).
Salí con idea de no morir pero si de forzar…y vaya si forcé. Fui justo hasta la rotonda de Mieres, vuelta e hice dos vueltas a ese circuito. Total…53Km y una media de…¡¡SI!!...30,5Km/h. El único lunar fue el intensísimo dolor lumbar que me provocó el ir forzando un poco y sobre todo el ir acoplado durante prácticamente el 100% del recorrido. Esta claro que para el iron tengo que programar paradas para estirar la zona (ya que recupera pronto) y que no podemos situar las expectativas más allá de los 26-27Km/h (así que las 7h de bici….me temo que es el objetivo más realista).
Tras la bici, una transición sin prisa pero sin pausa (unos 6 minutos en total) y a correr.

Era la primera transición directa que hago este año y la verdad es que las sensaciones fueron buenas, y tanto que el primer kilómetro me lo marqué a 4:50 (¡¡están locos estos romanos!!). A partir de ahí, regulo aunque mantengo el ritmo mucho más alto de lo previsto. Paso muchos momentos en los que tienes que mantenerte fuerte porque entre el calor, el cansancio acumulado y el “puto diablillo” que se empeña en que pienses que eso es una mínima parte del iron y que por tanto si sufres ahí….¿como piensas acabar algo que multiplicará casi por cuatro lo que estás haciendo?. A trabajar la cabeza, a ser duro, a no dejarse llevar por malos pensamientos….y a seguir corriendo!!.

Al final es de lo que se trata…de seguir!. En entrenos, en carrera, en el trabajo, con la pareja, con los amigos, con los niños…con todo. Siempre hay que seguir, siempre “merecerá la pena”, siempre habrá un premio al final.
Eso es “estilo de vida”, eso es luchar, sufrir, seguir, pero sobre todo disfrutar.
Al final, una fascinante media de 5:08 min/km…un cansancio intenso pero soportable, una sensación de haber dado un paso más y un buen entreno terminado.

Ya recuperado, pongo fin a este post que me ha salido un poco “raro”, creo que es una mezcla de relato directo, con pensamientos internos y “vena coach”….en fin, a mi me ha servido el escribir un rato y ¿el blog era para esto no?...

No hay comentarios:

Publicar un comentario