Hoy es uno de
esos días en los que me apetece escribir algo para el blog. De hecho, llevo
unos días ya con ganas de hacerlo y sin encontrar tiempo para ello.
El motivo no es
otro de que vuelvo a sentirme animado, y tengo que decir vuelvo porque hasta el
Domingo pasado en Coruña, las últimas semanas habían sido auténticamente duras y
por más que lo intentaba, no conseguía poner nada de chispa a lo que hacía.
Era consciente
de que este año iba a ser “lento”, que había que hacer un gran trabajo de base
para poder cimentar nuestro gran reto, y era consciente de que ese trabajo de
base es siempre muy desagradecido. Es duro, es pesado, es monótono y sobre
todo, no ofrece prácticamente ninguna alegría mientras se hace, al menos no en
forma de resultado.
Así y todo, fui
haciendo ese trabajo según lo previsto, fui poniendo en verde las celdas de
excell, y fui capeando las sensaciones de ir demasiado lento, sabiendo que no
hay otro camino.
Pero echaba
demasiado de menos la chispa, las sensaciones de “comerme el mundo“ que tenía
el año pasado. Muy a mi pesar, y sabiendo que debía hacerlo, no era capaz de olvidarme
del año pasado y añoraba esas buenas sensaciones.
Sufrir para crecer. Ultimos metros de 42195. |
Me gusta
visualizar esos meses como la preparación de una gran hoguera. No es sencillo
ir buscando la mejor leña, colocar la más fina abajo con cuidado, prever por
donde encenderás y luego con paciencia y esfuerzo ir colocando uno a uno los
pesados troncos que componen la gran pirámide.
Cada tronco pesa
y es duro no ver ni una sola llama durante toda esa preparación, pero la maratón
de Coruña me hizo ver que tenemos los troncos muy bien colocados y que ahora
solo queda hacer la pila bonita. Estoy convencido de que en el momento en el
que le acerquemos la llama, la hoguera va a arder de lujo y va a durar.
Por eso desde el
Domingo, mi visión es otra. Es cierto que esta primera semana me la he tomado
con calma, pero también es cierto que he completado todos los entrenos con muy
buenas sensaciones y, a pesar de ser semana de recuperación, hemos hecho un
total de casi 8 horas con 80
km de bici en dos sesiones, 24km de carrera en otras dos
y algo más de 3000m de pisci en otras dos sesiones. Lo mejor de estos últimos
siete días, han sido las sensaciones de fuerza y sobre todo de “ganas” que he
vuelto a tener, la verdad es que se echaba de menos.
Lo que viene no
es fácil, pero he estado releyendo las entradas del blog de esta temporada y la
verdad es que, como siempre, me han ayudado a motivarme y me han demostrado que
realmente tienen utilidad para mí.
Ahora nos vienen
encima unos meses llenos de pequeños y grandes retos preparatorios que nos
costarán y que nos harán sufrir, empezando por la subida a Sotres en la
cicloturista del día 9, pero estoy convencido de que nos irá bien, estoy
convencido de que mejoraremos sufriendo y estoy convencido de que seguiremos
haciendo camino mientras lo disfrutamos.
Gracias a todos
los que habéis estado cerca en esta “pequeña gran crisis”, espero a partir de
ahora compartir más glorias que penas, pero como no siempre es posible estar
arriba, que todos los fondos sean con gente como vosotros al lado.
Con equipo hasta el final. CONFIANZA! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario