13 añitos....y los que te rondaré....morena!!! |
Aunque nuestro aniversario de boda es el 7 de Abril, las
agendas (nuestras y de los “guardeabuelos”) hacían que éste fuera el mejor fin
de semana para intentar celebrarlo y poder pasar unas horas en pareja que,
¿para qué engañarnos? creo que es algo necesario.
Así que como regalo, busqué una casa rural para hacer una
escapada el sábado de noche y disfrutar de un poco de monte juntos (ya que es
algo que sin duda echamos de menos los dos).
El sábado mi plan decía (1:20 bici+ 10Km carrera)…como
organizarlo?, fácil!. A las 10 quedé en recoger a Bau en casa de mis padres en
Las Segadas, fui con el coche y juntos volvimos a Lieres para coger las bicis y
volver rodando hasta Las Segadas.
Unos 35Km que cuadramos casi a la perfección en esa hora y
veinte. Al llegar, Leti nos esperaba ya lista. Transición tipo iron (o
sea….pausada), y los tres a correr. Al poco la rodilla de Bau dice que no está
recuperada, así que tiene que pararse. Leti y yo seguimos y sin acusar para
nada la bici previa, hacemos los 10Km a un ritmo medio de 5:17 con mucha
comodidad…bien!!. Comida con mis padres y dejando ya a los niños, nos vamos al
cine (ni me acuerdo cuándo fue la última vez que habíamos ido al cine los dos
solos). Muchas risas con “Ocho apellidos vascos”…buenísima.
Así te reciben en El Castañiu...."romántica energía" :-) |
Otra buena muestra de esto que digo es la casa en la que nos
alojamos. A través del facebook (en donde organizaron un original concurso) y
“recomendado” por el demonión de Nembra (gracias Rubén), supe de la casona “El
Castañiu” (WEB). El
sitio no puede ser más tranquilo y la casa en si es una maravilla. Ya sabéis
que yo soy bastante “de pueblo” y que me gusta todo lo que es la etnografía y
el aprovechamiento de cosas antiguas con historia. La casona entera es un
auténtico museo lleno de objetos que transmiten la vida que en un pasado
tuvieron. Si podéis, no dejéis de ver las fotos de las habitaciones y sus
cabeceros de cama (geniales!!).
Su propietario, Pedro, se desvive por intentar facilitar las
cosas y atendiendo a mi petición de no tener que mover el coche para cenar, se
las arregló para buscarnos un hueco en el abarrotado bar del pueblo (algún
“evento” había porque estaba a reventar…) para que pudiésemos cenar. Otro sitio
más que recomendable, trato más que amable y una cena de esas dietéticas que
seguro que de cara al iron aportan energía extra. Tras unos huevos con patatas
y chorizo regados por alguna cervecilla y ayudados en su digestión por un
espectacular carajillo, corto paseo en la fría noche hasta la casa….y a
descansar!!!. De la habitación, y su espectacular jacuzzy doble….mejor no os
cuento nada....
Por la mañana, y a pesar del cambio de hora, tocó madrugar
un poco para poder cuadrar todo lo que había previsto. El desayuno, también muy
ligero y frugal, embutidos, casadielles, rosquillas, tostadas de “pan pan”,
zumos……lo justo para que mantener altos los niveles energéticos.
Un aniversario de altura. |
Lo que era el plan de entreno, consistía en una bici de
media duración (no pasar de las 3h), pero parte del “regalo” de Leti era ir a
reconocer el circuito del “Trail de Alto Aller”, a cuya carrera corta de 15Km
está ya apuntada.
Fuimos hasta Felechosa y viendo la cota a la que estaba la
nieve, decidimos cambiar los playeros de trail por botas y polainas y
arrancamos por el recorrido de la carrera.
Estrenando mis nuevos bastones (no solo Leti iba a tener
regalín….) enlazamos por un bonito camino desde Fele hasta el arranque de la
ruta de las Foces del Pino. Subimos tranquilamente las Foces, que con la lluvia
caída y el deshielo están realmente espectaculares, y continuamos por la parte derecha
hasta que empezamos a encontrar nieve. La idea era al menos llegar hasta la
parte más alta de la carrera, pero calculo que nos quedaríamos a un kilómetro
más o menos de ese punto. La nieve estaba muy blanda y no era fácil progresar.
Entre eso, que el día estaba precioso y que el tiempo se nos echaba un poco
encima, decidimos parar bajo la mole de Peña Redonda…y relajarnos un rato
disfrutando de las vistas antes de tirar para abajo.
Tras la bajada que se hizo un poco larga, llegamos a
Felechosa y justo enfrente del coche un bareto con pizzas y hamburguesas….pues
oye!! habrá que probar una dieta hipercalórica para prevenir el desgaste.
Preparando la salida de Felechosa |
Recuperando arriba de San Tirso |
Bajada a Bendición y por el Berrón hasta casa. El tramo
final se pone muy duro por el viento en contra pero aprieto los dientes y a
muerte hasta el final.
El resumen son 73,6Km a una increíble (al menos para mí)
media neta de 30Km/h y real con las paradas en semáforos y fuente de 28,6Km/h.
Buen entreno.
Con todavía soleada tarde por delante, hubo tiempo de estar con los niños, de relajarme en la terraza y de disfrutar de la familia en la que su última incorporación, Kona, (lo se…soy triatleta!!) ya es una más.
En definitiva, como reza el título de la entrada, no es que
sea fácil pero con un poco de voluntad y con el imprescindible apoyo de los
tuyos, se puede llegar a conjugar un entrenamiento muy exigente con una vida
“normal” en la que intento hacer hueco para todos los que la comparten conmigo.
De relax con Kona, disfrutando de la casa...que también es vida. |