CON CERVEZAS Y CACHOPOS

Esta última semana, ha sido de las más durillas laboralmente hablando de los últimos tiempos, madrugón y viaje a Madrid el martes, otro madrugón y viaje a Bilbao el jueves…y auditoria ISO el viernes. Así que entre la falta de sueño, el montón de kilómetros conducidos y la inevitable tensión de una auditoria, llegué a la tarde del viernes más muerto que vivo.

Por supuesto a todo esto hay que sumar el entreno “regenerador” del lunes, unas series de 400 espectaculares el miércoles al mediodía y una piscina en la que el brazo volvió a funcionar de tarde.

Cachopo del Viernes. Compartido sabe mejor.

Con este cuadro, el viernes de tarde tengo la prueba de esfuerzo a la que voy con Beni. La verdad es que iba un poco asustado, ya que el año pasado había sufrido muchísimo para alcanzar la máxima, y literalmente me tuve que poner a tope. Este año se que estoy más en forma, pero así y todo…

Los resultados, muy buenos. Cinco kilos menos, el porcentaje de grasa corporal reducido en varios puntos y mucha mejor sensación de “máximo”. Esperaremos a ver que dicen los resultados definitivos con umbrales y lactatos…pero al menos queda pasada.

Luego vino lo que debería quedar instaurado como un “auténtico entreno psicológico”. Por no perder la tradición del año pasado, Beni y yo tomamos unas cervezas y arreglamos el mundo. Una cena donde no podía faltar ni el buen vino ni el inevitable cachopo (que compartido sabe mejor), puso el broche que mejoraba sustancialmente la semana.

Pero no todo van a ser cervezas y cachopos, así que con unas cuatro horas de sueño el sábado recogía a Nico en La Pola a las 5:30 (si..si…AM!) y nos íbamos a disfrutar de 5 horas de esquí de travesía donde en varias ocasiones me tuve que poner en “modo iron” para superar el dolor de piernas o la falta de aire para poder seguir.

Superando dudas y disfrutando.

Nico es un motivador nato, y ayudado por él y con la confianza de su experiencia, disfruté mucho fuera de mi terreno. Con susto incluido (las laderas heladas no son buenas para caerse esquiando) completamos una mañana de lujo,  rematada por una cervecita en el bar de La Raya…y a comer con la familia.

Lógicamente, el que el despertador sonara a las 7:30 del Domingo no fue precisamente un placer, pero de nuevo hay que tener claro a donde quiero ir….y lo que me va a suponer.

A las 8:25 con un grado bajo cero y acompañado de Emilio, salíamos con la bici con la idea de superar con creces los 100Km y pasar varias horas acoplados.

Hicimos gala de los apodos de holandeses rodadores y podemos decir que Milin Faan Gardereen y Faan Fernaandez completaron un entreno más que efectivo con la mente puesta en As Pontes. Unos 120 Km ida y vuelta hasta Ribadesella, con una media final entorno a los 28 Km/h me dejan con las piernas “temblando”, pero con la sensación día a día de estar en el buen camino.

Los "holandeses" en Ribadesella.

Una nueva cerveza bien acompañado en casita, y a disfrutar de una tarde en familia.

Por tanto, título más que adecuado para esta entrada. Hace tiempo dije que haría el iron “con cervezas y cachopos”, una forma de decir que se lo que implica el iron, pero también el precio que estoy dispuesto a pagar. Este precio incluye renunciar a horas de sueño, incluye soportar frío en las heladas mañanas de Lieres, incluye aguantar dolores y molestias por entrenar cuando el cuerpo viene machacado de horas de silla o coche y también incluye reducir el tiempo de descanso.

Lo que no incluye ese precio es renunciar a la familia, a los amigos, a disfrutar de lo que más me gusta….de ahí que al iron? SI….pero si se hace, será CON CERVEZAS Y CACHOPOS.

JUUUJIIIII...Y PIES EN EL SUELO....

El título de esta entrada puede resultar un poco extraño, pero el "juuujiiii"....es una "guachap-expression"....que utiliza mucho una muy buena amiga, y que define un estado de ánimo muy próximo a como me siento hoy. Lo de los pies en el suelo es algo que considero imprescindible poner, porque si bien lo de hoy ha superado con mucho mis mejores expectativas...el camino es muy largo y hay que ser realistas....queda un mundo!...

Después de una semana de duros entrenos, con malas sensaciones en una fatal serie de 3000m....con una lesión en el brazo izquierdo que me impide nadar....y con un "ligero exceso" en la cena del viernes (que narices!!!...a unas cervezas y unos carajillos en buena compañía no se puede renunciar), me enfrentaba a un importante test, que consistía en hacer una tirada de unas dos horas de bici medianamente intensa y luego correr la Media Maratón de Llanera buscando un poco mis límites.

No me gusta meterme presión (al menos no ahora), pero entre que el plan original me marcaba ritmos "entre 4:50 y 5:10", que un buen amigo me había dicho textualmente "Franin...no quiero presionarte, pero si no haces 1:45 con lo que estás entrenando....algo va mal", y los continuos comentarios de "si estás como un toro"...."si andas mucho"...etc...etc....lo cierto es que llegué al día de hoy con bastante tensión.

La bici no dejaba de ser un entrenamiento sin más, y para la media me marqué el objetivo de salir con la liebre de 1:45, y tratar de que no me pillara la de 1:50.

Durante la semana, Jose Morillo se unió al plan y a las 7:45 estaba en Lieres para recogerme e ir hasta Posada de LLanera. El plan, sencillo, salir desde allí con la bici...rodar más o menos una hora en dirección Pola de Siero, y dar la vuelta para estar a las 10:30 en Llanera y tener tiempo para cambiarnos y arrancar la media.

A las 7:30 salgo de casa a por la bici, y vaya "pelona", todo blanco y un frío tremendo....al menos hará sol.

Llegamos a Llanera sobre las 8:15 y antes de y media ya arrancábamos....con las manos congeladas (las de Jose no calentarían hasta después de acabar la bici), los pies insensibles y la cara como con una sobredosis de botox.

Vamos haciendo kilómetros a buen ritmo, aunque hablamos algo y no vamos a bloque...mantenemos una buena velocidad y sobre todo, trabajamos la postura acoplada ya que en el iron serán muchas las horas que pasaremos "ahí echaos".

Llegamos hasta Pola de Siero y damos vuelta. Nos plantamos de nuevo en Llanera antes de las 10 (hemos hecho la ida a 26Km/h y la vuelta a 29Km/h), así que nos hacemos "el regalo" de subir el Alto de La Miranda y hacer unos 2Kms de bajada en dirección Avilés. Ahí ya calculamos que iremos bien de tiempo así que damos la vuelta y de nuevo a LLanera (este último tramo de subidas y bajadas marcamos 25Km/h de media).

Primeros kilómetros con la liebre objetivo

Con esto, nos plantamos en la furgo con unos 50Km recorridos a una media un poco por encima de los 27Km/h (yo no he parado el reloj en los semáforos de El Berrón), buen trabajo!!

Tras una "transición" en la que nos cambiamos y colocamos los dorsales que el bueno de Beni se ha ocupado de recogernos, ya estamos listos para la media maratón.

Buf, hay tensión...me encuentro fenomenal, pero no puedo olvidar que mi mejor marca está entorno a 1:54 (cierto que la hice de "acompañante"...pero también hay que correr!!).

Repaso lo que he comido, ya que es algo que también quiero ir entrenando. He terminado el bote en el que he disuelto dos geles, y ya en la transición he tomado un "Powerade", otro gel y un "Huesito" de regalo. Meto otro gel en el bolso y ala!! a esperar la salida.

Arrancamos y yo pegadito a la liebre de 1:45...ahi es donde quiero ir...y ahi voy. Antes del kilómetro 3, mis piernas van ligeras y empiezo a ir por delante. La verdad es que me agobio un poco, ya que sigo convencido de que en algún momento haré "crack" o algo parecido...

Pues va a ser que no, los kilómetros van cayendo, y en ningún momento marco un kilómetro por encima de 5:00 (esperar un momento...) EN NINGÚN MOMENTO MARCO UN KILÓMETRO POR ENCIMA DE 5:00....ufff...que agusto me he quedao :-). Para la estadística, el Km más rápido a 4:31 y el más lento a 4:52.

Marcando un cono , kilómetro 18 aprox.

Sobre el kilómetro 11 volvemos a pasar por la linea de salida y meta y veo a Leti...le digo que voy flipando, que no se lo que pasará, pero que voy como un tiro. A partir de ahí si que me mentalizo para sufrir, para no ser conformista y (aún siendo "prudente") no dejar de tirar.

Paso a mucha gente y no me pasa nadie, eso debe ser bueno no?. En el kilómetro 15 me tomo el gel, bebo...y me digo "hasta el final con un par".

Cambio lo que puedo el ritmo y voy forzando cada vez un poco más. Hasta el 18 voy muy agusto y solo en esos tres últimos kilómetros el pulso se dispara un poco y las piernas ya pesan. No importa, ya estamos ahí!.

Vaciándome en el sprint final.

Con este pensamiento en la cabeza entramos en LLanera, la llegada son unos 200m de subidilla y abajo un amigo me anima "vamos Fran, a tope hasta el arco"....pues oye! ¿por qué no?...sprint al máximo (creo que paso al menos a 6 corredores en esa subida) y llego a meta...afogao...a 194ppm....pero con una felicidad que no me cabe en el pecho. Tiempo oficial 1:41:37 (aunque creo que no es el tiempo neto del chip....aunque francamente....no me importa nah!)

En la meta Leti, los niños...y Jose, que ha hecho un carrerón y ha entrado unos 4 minutos por delante. Abrazos, besos y felicitaciones....estoy realmente muy muy MUY contento....ESTOY...JUUUUJIIIIIII!!!.

Después veríamos a Beni y Héctor, llamaría a Pedro (el "mago" que con su método de trabajo me está llevando en volandas hacia el reto)....y con una sensación de trabajo bien hecho, iría a casa de mis padres a celebrar con mi familia el cumpleaños de Bau....ese hermano/amigo o amigo/hermano que el día antes pulverizaba sus registros en la carrera de Tazones...¡otro grande!!.

Remate de 10...bueno!...de 47!!!!!

En fin, un entreno más y un entreno menos. El iron es "otra historia", pero está claro que al techo se llega peldaño a peldaño...y hoy hemos subido otro!!.

UN TOQUE DE INTIMIDAD

Media Maratón de Siero. Emoción en meta.

Esta entrada no podrá evitar ser tal vez demasiado “íntima y personal”, y muchos pensarán que cual es la necesidad que tengo yo de contar esto en público. Lo cierto es que necesidad ninguna, como la de tener un blog, pero ya que he hecho un blog cuyo fondo es mi superación personal, enfocada entorno al reto de un ironman…no puedo por menos que dejar reflejadas aquellas cosas que cada día me animan a seguir.

Sin duda alguna, mi vida es mi familia…no creo que nadie pueda plantearse ni éste, ni la gran mayoría de los retos, creyendo que puede dejar a su familia al margen y que no necesita integrarlos en su día a día.

Gijón. Primera media maratón juntos.

Desde el día que, con cierta incredulidad, mi mujer me escuchó decir que iba a hacer un triatlón, hasta el no tan lejano día en el que le dije que iba a enfrentarme a un ironman….nunca ha dejado de estar ahí. Suerte tengo que comparte la afición por el deporte y que es competitiva y “cabezona”. Esto creo que es básico para que entienda bien en lo que estoy metido, y colabore en lo que puede para que me sea más llevadero. Esta afición, y mis entrenamientos nos han hecho compartir y superar retos juntos que tienen un valor incalculable….la media maratón de Gijón….la de Siero….carrera “Puerta de Muniellos”….la Behobia-San Sebastián….son ya varias carreras que hemos compartido y que sin duda nos han hecho una “buena pareja”, también al margen del asfalto o la montaña.

Behobia- San Sebastián. Celebrando.

Ha estado esperando en las metas más importantes, cuando crucé la primera vez una meta en el Santa Olaya de 2011, cuando abandoné en Ondarroa en 2012 y también cuando con rabia celebré esa misma meta en 2103….por el camino muchas más historias, la llamada desde el asfalto de Candás, las euforias de los buenos entrenos, los bajones de los malos…buff…muchas cosas!!. Gracias Le  por estar SIEMPRE!.

Moal. Disfrute en pareja.

La otra parte de la familia cercana son los niños….ya 10 y 8 años!, dos mozucos que absorben tiempo y que por suerte, también parecen entender a su manera lo que implica perseguir un reto y luchar por algo.

También han ido cruzando metas de mi mano, sin duda uno de los mejores momentos que un deportista popular pueda vivir.

Medio en broma medio en serio, conceptos como el entrenamiento, la competición, la mentalidad, la motivación, la importancia de una alimentación sana, la deportividad, el esfuerzo, el disfrute de cada logro, la superación de cada derrota, creo que van teniendo peso en ellos y de alguna manera les ayudarán a ser “mejores adultos”.

Hace unos días mi hijo me dijo “papi…a ver cuando podemos ir otra vez a entrenar juntos…como la otra vez, yo en bici y tu corriendo”….poco más que retener las babas y disfrutar.

Mi primer Triatlón. Meta con mis peques.

Otra parte importante de este juego son los amigos, no es cuestión de nombrarlos a todos, ya no porque se me pudiera olvidar alguno, que si así fuera…y fuera amigo, poco le importaría ya que al margen de escritos y publicaciones, intento cada día que sepan lo importantes que son.

Tengo amigos que sudan conmigo en entrenamientos; tengo otros que sin entender en exceso de que les hablo, muestran su interés cuando los bombardeo con datos de ritmos, tiempos, distancias…; tengo algunos que usan la “motivación inversa” y que me han dicho que no seré capaz de hacerlo; tengo otros que ni siquiera son amigos pero que con sus “me gusta” o sus comentarios en el facebook, también aportan su granito de arena y por último, también los tengo viviendo al 100% el mismo sueño que yo….todos y cada uno son partícipes de esta historia.

Ondarroa 2103. Triunfo en familia.

En definitiva, el triatlón es un deporte individual, pero está claro que (y más en la larga distancia) es imposible pretender ir solo.

Gracias una vez más a todos por estar ahí, que no os quepa ninguna duda que sin vosotros no tendría la más mínima posibilidad de llevar a la realidad este sueño.

UN POQUITO DE HISTORIA

Mi historia con el triatlón es muy corta, y aunque con el deporte en general viene de lejos….¿para que engañarnos?....no era previsible que acabara haciendo con cierta dignidad, este tipo de retos.

Tuve la suerte de crecer en una urbanización en la que distintas generaciones de críos, estaban permanentemente practicando deporte y organizando competiciones. De hecho, los niños que no participaban de manera activa en estas actividades eran sin duda los menos.

Fútbol, baloncesto y sobre todo tenis era algo que prácticamente todos hacíamos (unos con más “gracia” que otros)….por lo que era imposible el estarse quieto.

A nivel “serio”, jugué al fútbol durante 7 años, de los 11 a los 18. De una manera casual, entré como portero en los alevines del Oviedo y ahí podríamos decir que si destaqué y, siendo infantil, el Astur se interesó por mi para su equipo juvenil y ahí estuve tres años en los que no solo ascendimos a la primera juvenil, sino que jugamos las tres finales del torneo de “Los Barrios” (por aquel entonces algo con bastante relevancia).

Con 18 años y a punto de empezar la carrera, el Oviedo volvió a interesarse por mi para jugar en el División de Honor….y ese momento mi yo más práctico decidió que era un paso que no merecía la pena dar. Preferí seguir disfrutando de las vacaciones y, sobre todo, tratar de alejar una “muerte prematura” que hubiese supuesto el hecho de no tener buenos resultados académicos debido al nivel de exigencia que un División de Honor tenía.

Así que renuncié a una “vida deportiva” y atendí la llamada del Astur para seguir con ellos, hasta que una rotura en el codo….me hizo decir adiós definitivamente a esa etapa.

Un par de años de flechazo con la bicicleta de montaña es lo último que realicé con cierta continuidad desde entonces. Claro está que seguí haciendo monte, jugando al tenis, corriendo de vez en cuando, nadando….pero la verdad es que a un nivel que en ningún caso se podía considerar como “entrenamiento”.

Motivos hubo en Egipto para los 91,5Kg

Así paso el tiempo….y mi vida….y los niños….y los distintos trabajos….hasta que en 2009 a la vuelta de un viaje de Egipto (y muy buena vida), la báscula me sitúa en 91,5Kg (mi peso de los años “buenos” era de 78/80Kg). 

Ahí se produce un punto de inflexión y decido que tengo que hacer algo para cambiar eso….ya no por un tema deportivo (ni mucho menos) sino sinceramente por un tema de aspecto físico.

Aquí empiezo a correr, al mediodía en La Morgal….los fines de semana…incluso alguna carrera con dorsal. Recuerdo que la primera fue la Luanco Candás, donde arrastro como puedo mis kilos de más y llego prácticamente ahogado a la línea de meta…¡¡esto tiene que cambiar!!.

Empiezo a salir con más gente que corre, me fijo algunos retos…y poco a poco voy cogiéndole el pulso a esto del correr. Siempre se me ha dado fatal y correr en 5 minutos un kilómetro para mí era poco menos que un sprint.

Así llega 2010, mi primera media maratón en La Fresneda (¡¡2 horas y 13 minutos!!!), un 10.000 en Ribadesella donde hago unos 48 minutos que me dejan totalmente sorprendido y convencido de que todo está en entrenar y en creérselo y como broche la media maratón de Nava, donde a pesar de la dureza y de unas condiciones climatológicas infernales, consigo bajar de las dos horas tal y como me había propuesto.

Esta foto es el detonante para que me decida a dar el paso

Y llegamos a 2011 donde sigo participando en carreras y saliendo con frecuencia a correr. En Junio de ese año, una foto marca el comienzo de esta nueva etapa. En el facebook, mi amigo Avelino cuelga una foto entrando en meta en un triatlón en Gijón y su cara de felicidad es tan grande que pienso ¡¡¡yo quiero vivir eso!!!. La verdad es que es una decisión “a lo bruto”, ya que sobre la marcha fijo un objetivo para septiembre y sin mucho orden comienzo a entrenar.

Por el camino, un día que aún hoy me pone los pelos de punta. VIII subida al Picu Pienzu…una carrera de montaña, modalidad a la que nunca me había enfrentado, que me llevaría a explorar mis límites y que sobre todo…me haría ver que la cabeza puede mucho más que el físico. Un amigo, un compañero…un descubrimiento!. Junto a Javi Iborras paso más de tres horas y media para entrar en último lugar y vivir en primera persona el esfuerzo máximo.

Entrada de la Subida al Picu Pienzu. Los límites están mas lejos.....

Tras esto llega el primer triatlón en Gijón…con una bici prestada, un tritraje regalado, unas zapatillas de montaña para la bici…..y unos nervios de quinceañero….consigo finalizar el triatlón con mucha dignidad….y ¡¡hay un flechazo!!.....este deporte me encanta y quiero más.

El resto hasta hoy, es una historia de mejora continua, de decisión, de constancia, de intentar hacer las cosas bien porque el fin me gusta y el medio me encanta.

He descubierto amigos increíbles, he vivido historias fascinantes, me he reído, he llorado de emoción, he tenido lesiones, accidentes, pájaras, subidones y algún que otro bajón. Me he apoyado en la gente que me quiere y he cogido impulso en las críticas de los que no lo hacen.

Y aquí estamos hoy…con muchas logros “increíbles” tan solo hace unos años cumplidos, y un reto “aún más increíble” por cumplir. El camino que queda es largo….tan largo que sin duda no termina el 15 de Junio de 2014…ese día tan solo será un alto más en un fascinante camino.

Mucho aún por delante...mucho por DISFRUTAR.

LO VAMOS A INTENTAR

Este es un proyecto que llevo demasiado tiempo madurando.....tal vez me esté columpiando y no valga para mantener un blog...y lo más sencillo sería ni siquiera intentarlo, pero reconozco que cada vez me llama más la atención, y tal vez la individualidad de mi reto me hace buscar un sitio donde "refugiarme".

Por supuesto que habrá que compartir lo que aquí se escriba y es más que probable que a algunos amigos y conocidos hasta les entretenga ser partícipes de esta historia.

Por todos ellos, pero sin llevarme a engaño ya que esto lo hago por y para mí, me atrevo a lanzar este pequeño reto que espero que sea una patita más del gran reto al que me estoy ya enfrentando.

VAMOS ALLÁ!!